"Hasta la próxima, chau", dijo Cerati en el abarrotado campo de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, en medio de una multitud que le pedía otra canción y, que al ver como Gustavo abandonaba el escenario, supieron que había acabado el concierto. Lo que esa multitud aún no sabía, era que definitivamente no habría otra canción más, ni esa noche en Venezuela, ni nunca.
El icónico cantante argentino estaba cerrando una gira que significaba una etapa más en su carrera, pues ya había salido de un espectacular tour con Soda Stereo y ahora estaba terminando de promocionar "Fuerza Natural", aquel que se convertiría en su último álbum como solista.
Han pasado 12 años de aquella noche donde el argentino tuvo una presentación impecable, sin mostrar alguna pista del accidente cerebrovascular que ya avanzaba en él, al menos no mientras estaba en el escenario, porque al salir, sus compañeros lo notaron algo desorbitado. Quizá todo era producto de un show cansado, pero nadie se imaginó que ya había iniciado una condición que lo dejaría en coma y del que nunca lo veríamos volver.
Finalmente, tras una serie de fotografías y protocolos propios de un concierto como ese, Gustavo se dirigió a su camerino. Adrián Taverna, sonidista y amigo del cantante, notó que algo no andaba bien, por lo que se acercó, encontrando a Cerati sobre uno de los muebles, con la mirada perdida y casi inconsciente. Los paramédicos no pudieron auxiliarlo, por lo que tuvieron que llamar a una ambulancia y evacuarlo del lugar.
Se supo que Cerati estaba consciente, e incluso se informó en noticieros argentinos que el cantante estaría un tiempo más en observación y que luego se podría ir, así, sin más, como si se tratara de un resfriado. Lamentablemente, el intérprete de "Té para 3" cayó en un estado de coma producto del ya diagnosticado accidente cerebrovascular, estado en el que estaría durante 4 largos años.
Gustavo Cerati, vocalista de Soda Stereo, exitoso solista, ícono argentino, exponente del rock en español, murió finalmente un 4 de septiembre del 2014 a la edad de 55 años, pues ninguna operación ni tratamiento fue capaz de levantar de la cama al argentino.