Shakira y Piqué llegan a un acuerdo y la cantante podrá ir a Miami con sus hijos
Los pequeños hijos de la expareja se irán de viaje con la cantante hasta Miami, luego de acuerdo con Gerard Piqué.
- Horóscopo de HOY, domingo 9 de noviembre: predicciones de Josie Diez Canseco según tu signo
- Nominaciones a los Grammy 2026: revisa la lista completa y todas las novedades
Shakira y Piqué aún sigue dando de qué hablar y en esta ocasión la noticia se centra en la custodia de los dos hijos de la relación, Milan y Sasha. Tras varias semanas de negociaciones entre abogados, por fin se ha llegado a un acuerdo en donde se "garantiza el bienestar de nuestros hijos" como dice el comunicado que han emitido los ex esposos.
Este comunicado se ha hecho público desde hace unas horas y se caracteriza por ser directo y conciso. Sin embargo la brevedad del mensaje deja en claro que se quiere lo mejor para sus retoños, sobre todo para que "puedan continuar sus vidas con la privacidad necesaria, en un entorno seguro y tranquilo" como finaliza.
Comunicado de Shakira y Piqué
Milan (de 9 años) y Sasha (de 7 años) dejarán la capital española para ir a vivir con su madre en Miami, un lugar donde es más sencillo que la artista pueda seguir persiguiendo las metas y objetivos dentro de su carrera en el mundo de la música y el entretenimiento. Esta es la primera vez, en ocho años, que salen del país peninsular a radicar en uno completamente distinto.
¿Por qué los hijos de Shakira dejarán España?
Aparte del hecho de que aún no son autosuficientes y que la custodia es de Shakira, el acoso de los medios hacia Milan y Sasha llega a aser bastante intenso en España. Esto mella en la moral de lo pequeños y no pueden llevar una infancia como la de otros chicos de su edad. La presencia de paparazzis en la puerta de su casa han terminado por hartar a la cantante y por eso tomó esa decisión.
Como si no fuera poco lo anterior, también los niños deben de lidiar con comentarios malintencionados de su entorno. Es por eso que también cambiarán de residencia, para comenzar desde cero en un país donde la presión de la prensa no es tan dura como en Madrid, en donde hasta los fotógrafos se escondían entre los jardines mientras regresaban de clases.
