Dani Alves volvió a su casa. El domingo 7 de agosto, el brasileño se presentó en el Camp Nou para jugar por el Trofeo Joan Gamper, pero esto significó mucho más. El encuentro le otorgaba una oportunidad para despedirse del Barcelona de sus amores y poder recibir el cariño de la hinchada. Como agradecimiento, al finalizar el partido sus excompañeros lo abrazaron y lo celebraron, alzándolo en los aires para ovacionarlo como los grandes.