"Si tengo artrosis a la rodilla, ¿puedo aplicarme ácido hialurónico?", por el Dr. Cotillo

En mi columna de hoy en Líbero, quiero abordar un tema crucial para aquellos que sufren de artrosis de rodilla: el uso del ácido hialurónico como tratamiento. Como médico especialista en Traumatología y Medicina Deportiva, he observado de cerca cómo esta terapia puede influir en la calidad de vida de los pacientes. La artrosis de rodilla se clasifica en cuatro grados de severidad, y es fundamental entender cómo el ácido hialurónico se posiciona en el manejo de esta enfermedad.

Para aquellos pacientes que presentan un grado 1 o 2 de artrosis, el ácido hialurónico puede ser una solución alternativa. Este tratamiento actúa como un agente condroprotector, es decir, protege y mantiene la salud del cartílago articular. Al inyectar ácido hialurónico directamente en la articulación de la rodilla, mejoramos la viscosidad del líquido sinovial, proporcionando una lubricación adicional que ayuda a reducir el dolor y mejorar la movilidad. En estos casos, el ácido hialurónico no solo alivia los síntomas, sino que también puede ralentizar la progresión de la enfermedad y prolongar la funcionalidad de la rodilla.

Sin embargo, la situación cambia drásticamente en casos de artrosis avanzada, específicamente en grado 3 o 4. En estas etapas, el daño al cartílago es significativo, y el tratamiento con ácido hialurónico puede no ofrecer el alivio necesario. Para los pacientes en esta situación, la solución más adecuada suele ser la cirugía de reemplazo de rodilla, o artroplastia. Esta intervención implica la colocación de una prótesis que reemplaza la articulación dañada, restaurando la movilidad y mejorando considerablemente la calidad de vida del paciente.

Es crucial que los pacientes reciban una evaluación adecuada para determinar el grado de su artrosis y, en consecuencia, el tratamiento más adecuado. Mientras que el ácido hialurónico puede ser una herramienta valiosa en etapas tempranas de la enfermedad, los pacientes con artrosis avanzada deben considerar opciones quirúrgicas para obtener el mejor resultado a largo plazo. La elección del tratamiento debe basarse en un análisis cuidadoso y personalizado, siempre con el objetivo de mejorar la funcionalidad y el bienestar del paciente.

El médico tiene un centro especialista en fisioterapia, traumatología y medicina deportiva, lugar en el que él mismo atiende a sus pacientes (Sport Medical Center). A continuación sus datos de contacto: