De Joe Biden a Donald Trump: Estados Unidos no planea finalizar las transferencias de armas a Israel

Estados Unidos sigue apoyando a Israel, pese a que la postura de Joe Biden esté trayendo complicaciones en el Partido Demócrata. Como consecuencia, la semana pasada, el senador Bernie Sanders presentó tres resoluciones en el Senado para frenar el envío de armas de Estados Unidos a Israel.

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Estas resoluciones están orientadas a detener el apoyo de EE. UU. a la guerra que Israel está librando contra Palestina, específicamente en Gaza. Aunque solo entre 18 y 19 senadores demócratas las respaldaron, ningún republicano lo hizo. Este voto refleja una creciente división dentro del Partido Demócrata.

A su vez, muestra una oposición significativa al presidente Joe Biden y a los demócratas que defienden el apoyo incondicional a Israel. No obstante, a pesar de esto, la decisión de mantener el apoyo miliar estadounidense a Israel sigue firme y se mantendrá incluso con Donald Trump. En esta nota te brindamos todos los detalles al respecto.

A pesar de la creciente oposición, el Partido Demócrata sigue firmemente alineado con Biden en su apoyo a Israel. Esto se ha vuelto un desafío tanto político como moral, especialmente después de que la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra varios líderes israelíes.

Entre ellos se encuentra el primer ministro Benjamin Netanyahu y a su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, los que incluyen el uso del hambre como táctica de guerra, ataques deliberados contra civiles y otras violaciones de derechos humanos.

A pesar de estos cargos, Biden condenó las acciones de la Corte Penal Internacional, defendiendo a Israel y asegurando que siempre apoyará al país frente a cualquier amenaza a su seguridad.

Si el apoyo de Biden a Israel ha sido firme, la administración de Trump podría ser aún más radical. Durante su mandato de 2016 a 2020, el presidente electo mostró un apoyo inquebrantable a Israel, trasladando la embajada de EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalén y respaldando las reclamaciones israelíes sobre los Altos del Golán y Cisjordania. También redujo la ayuda destinada a los palestinos.

En este contexto, el nuevo embajador de Trump en Israel, Mike Huckabee, es conocido por sus posturas extremas y por no reconocer al pueblo palestino, lo que intensifica aún más el conflicto.

Estados Unidos fue el único país que votó en contra de una resolución que pedía un alto el fuego inmediato entre Israel y Hamas. Este veto se debió a la preocupación de que un alto el fuego sin condiciones podría impedir la liberación de los rehenes, como explicó el embajador estadounidense ante la ONU, Robert A. Wood. Este es el cuarto veto que EE. UU. impone a resoluciones de alto el fuego en el Consejo de Seguridad durante este conflicto.

En los últimos tiempos, ha habido una creciente ola de manifestaciones en EE. UU. contra el apoyo del gobierno a Israel y en contra de la guerra de Israel en Gaza. A pesar de la represión en las universidades, donde los estudiantes que protestan han sido suspendidos, expulsados o encarcelados, las protestas siguen adelante.

Por ejemplo, en la base aérea de Travis, en California, decenas de manifestantes fueron detenidos por bloquear la entrada. La situación podría empeorar con Trump en el poder, ya que las protestas podrían ser objeto de una vigilancia más estricta, con acusaciones falsas de terrorismo o de ser agentes extranjeros.

Además, la resistencia al sionismo podría ser tildada de antisemitismo, y quienes se opongan al gobierno de Trump podrían enfrentar mayores amenazas, incluidas deportaciones si son inmigrantes. Esto requiere una nueva estrategia de la izquierda para enfrentar la situación.