'Quédate en México': regresa la controvertida amenaza a inmigrantes mexicanos con la presidencia de Donald Trump

¡Alerta, inmigrantes mexicanos! El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos significa la implementación de una de las políticas migratorias más polémicas de su mandato: el programa 'Quédate en México' o 'Remain in Mexico'. Implementado en 2019 bajo su administración, este programa, oficialmente conocido como los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), obligaba a miles de migrantes a esperar en México mientras se resolvían sus solicitudes de asilo.

Con un escenario tan incierto, que causa miedo a la comunidad mexicana en Estados Unidos, el futuro de la inmigración depende de esta decisión y los grupos pro inmigrantes ya están en pie de guerra, yendo en contra de las estrictas medidas migratorias de Trump. En esta nota te brindamos todos los detalles al respecto.

A pesar de que la administración de Joe Biden suspendió el programa en 2021, el regreso de Trump en 2025 reactivará este plan. El actual presidente ha dejado claro en diversas ocasiones su intención de implementar políticas migratorias más estrictas, incluida la reinstauración de los Protocolos de Protección al Migrante, como parte de su estrategia de seguridad fronteriza.

Ya que el programa se va a reestablecer, las condiciones para los solicitantes de asilo empeorarán considerablemente, obligándolos a esperar en México bajo condiciones precarias. Además, la reactivación del programa intensificará las críticas a nivel nacional e internacional, especialmente por parte de organizaciones de derechos humanos, que ya han calificado el MPP como inhumano e ineficaz para resolver la crisis migratoria.

El programa 'Quédate en México' afectó principalmente a inmigrantes latinoamericanos que buscaban asilo en la frontera sur de Estados Unidos. Estas personas eran enviadas de regreso a México mientras se procesaban sus solicitudes, lo cual podía durar meses o incluso años. Durante ese tiempo, muchos enfrentaban condiciones de vida precarias, inseguridad y dificultades para acceder a asistencia legal adecuada.

Los defensores de los derechos humanos han señalado que esta política aumenta la vulnerabilidad de los inmigrantes, exponiéndolos a violencia, explotación y condiciones insalubres en las ciudades fronterizas. Sin embargo, quienes apoyaban el programa argumentaban que ayudaba a reducir las solicitudes de asilo fraudulentas y facilitaba un mejor control del flujo migratorio.