Emanuel Herrera sigue intratable de cara al gol en el Clausura

Lo de vuelta esta mañana Alianza, mantenga el resultado favorable Cristal o terminen igualados, el principal perdedor volvió a ser el fútbol peruano. La exquisita pegada de Herrera y la buena definición de Quevedo quedaron a un lado por la intolerancia y violencia que se viven fuera del campo.

A diferencia de todo el cambaleche que originaron en Matute y alrededores pseudohinchas, lo que ofreció el elenco de Marios Salas en el primer tiempo fue un espectáculo feliz. Aún con un campo minado como césped, los rimenses pudieron plasmar su propuesta de juego: despliegue ofensivo y asociaciones en velocidad. Ello sobrepasó a un cuadro blanquiazul trotón, medio previsible y cuyas triangulaciones eran realizadas a una velocidad menor que el rival. Las faltas empezaron a llegar como consecuencia lógica y así también la apertura en el marcador. 

El “Tanque” aprovechó una falta de Riojas sobre López para dejar mal parado a Butrón con una brillante ejecución de tiro libre. Los anfitriones, sin juego colectivo prolijo desde hace varias fechas, recurrían a la genialidad de sus individualidades. Así se gestó el empate transitorio: Cruzado se sacó a tres contrincantes y lanzó un pase al pie de Quevedo, que aprovechó la mala salida de Álvarez para igualar las acciones.

Sin embargo, la algarabía victoriana duró poco. Herrera volvió a castigar con dureza sus licencias defensivas y silenció de Alejandro Villanueva. No obstante, el silencio final llegó en el complemento con la postergación del cotejo. Hoy se completarán los 25’ que falta por jugar, ¿quién salió beneficiado? A estas alturas solo Dios sabe.