¿Qué significa y por qué se regalan flores amarillas el 21 de marzo?

Cada 21 de marzo, se acostumbra regalar flores amarillas en muchos países de Latinoamérica. Sin embargo, es importante saber que estas flores simbolizan la amistad y la alegría, y no el amor romántico como muchas personas creen. Si quieres hacer un regalo significativo a un amigo o ser querido en este día, las flores amarillas son una excelente opción. ¡Ahora ya sabes su significado!

En la actualidad, obsequiar flores amarillas coinciden con la fecha que en México da inicio la primavera, además de estar inspirado en la canción de una telenovela argentino que fue muy exitosa en toda Latinoamérica en 2004 y 2005 entre la audiencia juvenil.

El programa se trata de nada más y nada menos que de Floricienta. La historia es sobre una joven que comienza a trabajar como niñera y es cantante de un grupo junto a sus amigos; sin embargo, la práctica de entregar flores tiene que ver con una de sus canciones.

La tendencia en plataformas como TikTok e Instagram se basa en el tema Flores amarillas, relacionado con uno de los sueños de la protagonista, quien deseaba que el amor de su vida tenga el detalle de entregarle un ramo de ese color.

Además del inicio de primavera, hay muchas interpretaciones, pero suelen entregarse como signo de un interés amoroso o amical. También se relacionan con el reconocimiento de los logros personales y profesionales, y la alegría.

Ojo, es importante que se trate de un tono fuerte, ya que los amarillos pálidos tienen un significado contrario, ligado a la debilidad, enfermedad, deterioro o preocupación.

Tras el éxito de la novela, la actriz Florencia Bertotti optó por alejarse de la industria televisiva y concentrarse en proyectos como su canal de YouTube y emprendimiento de ropa para niños llamado "Pancha".

En una de sus últimas entrevistas para un canal de Youtube, la icónica actriz reveló uno de los secretos mejor guardados por la producción. Se trata del famoso grito en la intro de Floricienta.

"Les quiero confesar algo. Ese grito no es mío, no lo canté yo. Lo cantó Flora Ciarlo, que le mando un beso, que es una genia. Yo lo doblaba en el teatro, pero porque me gustaba pensar que yo cantaba así, pero nunca lo canté yo. No sé si estoy derribando un mito, pero ya que estamos vamos a decir todo", dijo entonces.

Por si no fuera poco, la artista también se animó a develar que el vestuario que llevaba no era su preferido. "Al principio, les tengo que confesar, me costaba el vestuario de Flori. ¡Hay que tener agallas! Me tiraba todo encima. Yo decía: '¿Quién se viste así?' ¡El calor! Tenía calzas, tul, pollera, cinturón… que nunca supimos para qué. Topcito, remera, 'cosito', gorro, muñequera. ¡No me faltaba nada!", detalló.