Nuevamente vuelve a ser noticia y no por temas deportivos. La deportista brasileña Ingrid Oliveira estuvo presente en los últimos Juegos Olímpicos Río 2016 y si bien no pudo conseguir una presea para su país ni alcanzar la final, saltó a la fama tras un supuesto “escándalo sexual”.
Rápidamente los medios internacionales contaron la historia en la cual Ingrid Oliveira le dijo a su ahora excompañera de salto y de cuarto, si podía retirarse para meter a un remero de nombre Pedro Goncalvez, con quien tuvo relaciones sexuales.
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Han pasado los años y aquel hecho la marcó en su carrera. La misma Oliveira contó que si bien la historia es cierta, es algo que siempre pasa en cada competición de gran magnitud, en la cual muchos deportistas de un mismo país o de otro, se conocen y dejan que las cosas “fluyan”.
Sin embargo, su nombre ha vuelto a sonar y no precisamente por Tokio 2020. Resulta que la brasileña de 23 años fue vista vendiendo bebidas alcohólicas y gaseosas en las callas de Río durante los recientes carnavales.
Ante ello, la misma deportista salió al frente para explicar por qué se dedica a esta labor y no en enfocarse de lleno para clasificar a los próximos Juegos Olímpicos Tokio 2020.
“Si me estás ayudando con algo que quiero, que es viajar para ver a mi hermana, y está llegando dinero, no hay razón para quejarse. Incluso, le había dicho a Gabriel (su actual enamorado), que vendiera mate y maíz para el fin de semana en la playa. No creo que sea malo, creo una profesión como cualquier otra”, declaró la clavadista para Globoesporte.
Además, Oliveira agregó lo siguiente: “Después de los Juegos Olímpicos, planeo visitar a mi hermana en los Estados Unidos. No tengo muchos patrocinios, no tengo dinero, así que decidí hacer algo para ganar dinero y el Carnaval estaba allí. Le dije a mi novio que vendiera cerveza en el Carnaval y cuando se acabe, vender maíz o mate en la playa. Necesito ahorrar dinero, el dólar es muy caro y no he visitado a mi hermana en tres años”.
Por último, la clavadista brasileña sentenció que le es muy difícil conseguir algún patrocinio. Por ahora, cuenta con el respaldo de una conocida marca deportiva, el sueldo de su club Fluminense y la beca olímpica de atletas.
A pesar de aquello, no le es suficiente para su preparación que tiene como fin, clasificarse a Tokio 2020. La gran chance que tendrá Oliveira será en el Mundial de Buceo, que es como una especie de Preolímpico, en donde las primeras 18 deportistas, obtienen un cupo para la cita que será en el continente asiático.