El piloto francés se hizo con el triunfo en el rally Acrópolis, sexta cita del año, por delante de los finlandeses Mikko Hirvonen (Citroen) y Jari-Matti Latvala (Ford), pese a que sufrió un pinchazo en el tercer tramo que le obligó a sustituir la rueda en plena especial.
Además, se hizo también con el mejor tiempo en la última especial, la denominada Power Stage que bonifica con puntos a los mejores tiempos, por lo que su ventaja al frente del campeonato del mundial de pilotos llega ya a los treinta puntos y con Hirvonen, su compañero de equipo que no luchará por el título.
Hoy, en el último día, el noruego Petter Solberg (Ford) era el único con opciones para arrebatar el triunfo al galo, pero cuando arriesgaba al máximo para recortar tiempo, se salió de la pista y arrancó una rueda del vehículo. Abandonó, en un nuevo percance más de los hombres de Ford, y dejó vía libre a Loeb para sumar su triunfo 71º en el mundial.
Tuvo un pequeño susto, en el tercer tramo, en la vuelta a la competición tras el paso por el parque de asistencia. Pinchó al poco del inicio, decidió parar y sustituir la rueda aunque podría haber seguido pero a riesgo de haber dañado algún elemento del vehículo.
Pese a la parada, mantuvo el liderato con una ventaja holgada con su compañero de equipo. En tercer lugar quedó finalmente Latvala, primer líder del rally y quien atosigó Loeb por la victoria en la etapa inicial, pero a quien una salida de pista en el quinto tramo de ayer, y la consiguiente detención a sustituir la rueda le hizo perder toda opción al triunfo. También rompió una pinza del freno lo que le restó competitividad para el resto del día.
Este triunfo es el cuarto de Loeb esta temporada y el 71º de su palmarés en el mundial de rallys. Aumenta su ventaja en el campeonato de pilotos a 30 puntos, ahora sobre Hirvonen. Con el doblete, Citroen se afianza en la cabeza del certamen de constructores ahora con una ventaja de 73 puntos sobre Ford. La próxima cita será en Nueva Zelanda del 22 al 24 de junio sobre tierra.