De la mano de Natalia Málaga, las matadorcitas cumplieron un campañón en el Mundial de Menores disputado en Tailandia, además de haber conseguido el título del Sudamericano de la categoría el 2012.
Estos éxitos no parecen casualidad si tomamos en cuenta que la Mala Mala fue una de las mejores jugadoras en la historia del vóley peruano.
Málaga integró la generación dorada del deporte de la net alta en la década del 80 que fue subcampeona mundial (1982) y olímpica (1988). Pese a su 1,70 m. Natalia era potente en ataque y segura en recepción. Era inamovible en la selección nacional.
Jugando en posición 4 y 5, Natalia explotó su mejor nivel. Así se consagró en el Sudamericano de Menores de Brasil 1980. Sus logros no quedarían ahí.
En 1982 obtendría el subcampeonato mundial de Mayores que se disputó en nuestro país.
Asimismo, en Los Ángeles ‘84, Natalia integró el seleccionado que alcanzó el cuarto puesto olímpico. El mundo le puso los ojos encima en Seúl 1988 cuando logró la medalla de plata, tras caer ante Unión Soviética. Su último gran título como jugadora fue precisamente contra Brasil en el Sudamericano de mayores de 1993 que se disputó en el Cusco.
Sus últimos cartuchos con el sexteto patrio los quemó en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, donde no era titular en el equipo, pero brilló como primera pieza de recambio. Se retiró hace dos años defendiendo a Regatas Lima.
EL DATO
Natalia Málaga es una guerrera tanto dentro como fuera de la cancha. Así, catapultó a la selección peruana Sub-18 a las semifinales (cuarto puesto) del Campeonato Mundial de Voleibol Femenino, en Tailandia.