Mediante las redes sociales, Netflix confirmó estar trabajando en una adaptación de BioShock, juego desarrollado por Irrational Games y creado por Kevn Levine en el año 2007. Desde su lanzamiento, el juego se convirtió rápidamente en un título de culto por la forma en cómo narraba una historia llena de misterio, terror y política, viajando hasta lo profundo del mar en un ciudad conocida como Rapture.
El gran éxito que tuvo la primera entrega, hizo que Take-Two Interactive, dueños de la propiedad, pusieran en marcha una secuela que a pesar de recibir comentarios positivos, el encanto del juego original se había perdido en favor de tener hasta un multijugador que pasó sin pena ni gloria. Las cosas cambiarán en 2011 con BioShock Infinite, el verdadero regreso de la saga, esta vez ambientado en un mundo completamente distinto: Columbia.
Netflix, según la frase que soltó en su anuncio, estará adaptando el primer videojuego, ya que citó a nada menos que Andrew Ryan, uno de los antagonistas a vencer. "Todos tomamos decisiones, pero al final, nuestras decisiones nos hacen a nosotros" decía Ryan en un punto determinado de la historia cuando te lo encontrabas.
Por desgracia, no hay hasta el momento ni un director ni guionistas confirmados dentro del proyecto, pero si se confirmó (vía The Hollywood Reporter) que las conversaciones entre Netflix y Take-Two estaban desde hace un año, y finalmente ambas partes llegaron a un muto acuerdo para poder llevar a cabo esta producción. No está claro si será live-action, serie animada o película.
Un año después de que se lanzará el primer juego, empezó a hablarse sobre la posibilidad de tener una adaptación de BioShock con Universal al frente del proyecto tras haber obtenido los derechos para trabajar en una película.
El estudio ya estaba poniendo todo en marcha e incluso contratando al director de Piratas del Caribe, Gore Verbinski. Se tenía previsto que la película pudiera lanzarse en 2011, sin embargo, meses antes de que iniciará el rodaje, Universal decidió cancelar el proyecto debido a que, en palabras de Verbinski, la película que querían hacer era muy cara.
Posteriormente, Verbinski saldría de la silla del director para ser reemplazado por Juan Carlos Fresnadillo, director de 28 semanas después, esto con el fin de que se pudiera manejar bien el presupuesto de la película. Sin embargo, no se concretó nada. En 2014, Sony Pictures tenía los derechos de BioShock e intentó trabajar en una adaptación Ryan Gosling y Woody Harrelson, pero nuevamente, nada se llevó a cabo.
Después de muchos años, con el avance de la tecnología y la gran popularidad que tienen los servicios de streaming, BioShock podría haber encontrado su hogar en Netflix. Solo habrá que esperar para saber que actores estarán y cuál será el enfoque.