Esta ciudad seguirá las drásticas políticas migratorias de Donald Trump, yendo a favor de las deportaciones masivas y proclamándose 'ciudad no santuario'.
Únete a nuestro canal de WhatsAppLas noticias negativas continúan para los inmigrantes. Tras la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y la implementación de sus estrictas políticas migratorias, una ciudad de California ha abandonado la postura del estado en defensa de los derechos de los inmigrantes. De esta manera, se alinea con las medidas del presidente y declara que no brindará apoyo a la comunidad inmigrante. Más detalles en esta nota.
El martes 21 de enero, el Concejo Municipal de Huntington Beach aprobó por unanimidad la propuesta del alcalde Pat Burns para declarar a la ciudad como una “jurisdicción no santuario”, alineándose con las políticas de deportación de Trump. Burns justificó la medida señalando un aumento de delitos violentos en el estado.
Esta designación busca oponerse a algunas políticas del gobernador Newsom y respaldar la cooperación con autoridades federales. El Concejo argumentó que la medida promueve la seguridad pública y refuerza la aplicación de la ley local. La decisión coincide con el inicio de deportaciones masivas a nivel nacional y ocurre poco después de que Newsom propusiera un fondo de 25 millones de dólares para proteger políticas estatales frente a la administración Trump, incluyendo inmigración.
En el debate sobre la designación de Huntington Beach como una ciudad no santuario, destacan varias figuras que apoyan esta medida. La concejal Gracie Van Der Mark defendió la propuesta al afirmar que era necesario proteger a los habitantes de la ciudad. Asimismo, el alcalde Pat Burns, impulsor de la iniciativa, celebró el apoyo unánime del Concejo y afirmó que esta sería una herramienta efectiva para combatir el crimen, alineándose con las políticas de la administración Trump.
De manera similar, el abogado Michael Gates respaldó la medida al criticar las leyes penales de California, argumentando que estas dificultan la cooperación entre las autoridades locales y federales. Finalmente, la Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa Caroline Leavitt, expresó su apoyo a esta postura al anunciar que el presidente Trump movilizará recursos para llevar a cabo deportaciones masivas.