Donald Trump arremete contra la salud de los países pobres: ESTA es la DRÁSTICA MEDIDA del presidente estadounidense
Estados Unidos paraliza la ayuda sanitaria a países pobres, deteniendo el envío de suplementos médicos que salvan millones de vidas a países pobres.
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En una medida controvertida, la administración de Donald Trump ordenó la suspensión inmediata de programas de ayuda médica a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El martes 28 de enero, contratistas y socios comenzaron a recibir notificaciones para interrumpir sus actividades. La decisión forma parte de un congelamiento más amplio en la financiación de programas de asistencia internacional, anunciado el 20 de enero tras la toma de posesión de Trump.
La cancelación de suministros médicos a países en desarrollo
Entre las organizaciones afectadas por la medida del gobierno de Trump se encuentra Chemonics, una consultora que colabora con USAID en el suministro de medicamentos esenciales para tratar el VIH, la malaria, la tuberculosis y en programas de salud materno-infantil. Según Atul Gawande, exjefe de salud global de USAID, esta decisión es catastrófica porque afecta a más de 20 millones de personas que dependen de estos tratamientos para sobrevivir.
La medida también implica que clínicas financiadas por Estados Unidos en 23 países, muchas de las cuales atienden a 6,5 millones de huérfanos y niños con VIH, no podrán operar ni entregar medicamentos almacenados. Esto aumenta el riesgo de transmisión del virus y el desarrollo de cepas resistentes a los fármacos.
Esta medida ha sido calificada como catastrófica, argumentando que miles de personas dependen de esta ayuda para sobrevivir.
Trump cancela la ayuda médica a países pobres: Críticas y respuestas ante su drástica decisión
Las críticas no se han hecho esperar. Gawande subrayó que la interrupción de estos programas afecta a millones de vidas en un momento crucial. Además, las decisiones de Trump incluyen la suspensión de 60 altos funcionarios de USAID y la revisión de toda la política de asistencia internacional para garantizar su "eficiencia".
Estas medidas amenazan miles de millones de dólares destinados a ayuda humanitaria. En 2023, Estados Unidos destinó 72.000 millones de dólares a estos programas, representando el 42% de la asistencia registrada por la ONU en 2024. Este recorte, señalan los expertos, podría generar una crisis de salud global en los países más vulnerables.
La comunidad internacional observa con preocupación las consecuencias de estas acciones y el impacto que tendrán en las poblaciones más desprotegidas.
