El conflicto comercial también impacta a grandes tecnológicas estadounidenses, como Apple y Dell, obligándolas a replantear su cadena de suministro.
Únete a nuestro canal de WhatsAppDurante años, plataformas como Shein y Temu revolucionaron el mercado global con su modelo de “fast fashion” y precios extremadamente bajos. Su éxito se basaba, en gran parte, en la producción masiva en China y en la exención de aranceles para productos de bajo costo.
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A partir del 25 de abril de 2025, ambas plataformas anunciaron un aumento significativo de precios como respuesta directa a los nuevos aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump. Estas medidas, que incluyen tarifas de hasta el 145% para productos chinos y la eliminación de exenciones fiscales para importaciones menores a 800 dólares, marcarán un antes y un después en el comercio digital global.
Aunque la atención mediática ha recaído en empresas como Shein y Temu, el impacto de los nuevos aranceles va mucho más allá del sector textil. Grandes tecnológicas estadounidenses como Apple, Dell o HP, que dependen en gran medida de la cadena de suministro china para fabricar dispositivos electrónicos, también podrían verse gravemente afectadas. La subida de aranceles encarece piezas clave como chips, pantallas y componentes electrónicos, lo que podría traducirse en precios más altos para el consumidor final y presión sobre los márgenes de ganancia.
Además, el conflicto comercial impulsa a estas compañías a relocalizar parte de su producción a otros países, como Vietnam, India o México. Aunque esta estrategia puede mitigar el impacto a largo plazo, implica costes iniciales elevadosy desafíos logísticos complejos. Esta nueva dinámica global pone en jaque la interdependencia tecnológica entre China y Estados Unidos, obligando a las empresas a replantear su modelo de producción y distribución.
Aunque las medidas arancelarias se implementan inicialmente en Estados Unidos, Europa no está lejos de tomar caminos similares. La Comisión Europea ya está considerando reformas comerciales que entrarían en vigor a partir de 2028. Estas reformas buscarían proteger la industria local frente a la competencia de productos ultraeconómicos fabricados en Asia, y podrían incluir una revisión del umbral de importación libre de aranceles.
Este panorama sugiere que los consumidores europeos también podrían enfrentar un encarecimiento de productosactualmente accesibles, y que las plataformas digitales tendrán que adaptarse a una regulación cada vez más estrictaen ambos lados del Atlántico. El modelo de ropa barata podría estar llegando a su fin, dando paso a una era de mayor regulación y precios más realistas.