El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. retiró de su sitio web oficial una lista de gobernaciones 'santuario', luego de recibir críticas por parte de funcionarios
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó la eliminación de una lista que calificaba a ciertas ciudades, condados y estados como “jurisdicciones santuario”. El documento señalaba a estas entidades por supuestamente no cooperar con las políticas migratorias federales ni con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó una lista con alrededor de 500 jurisdicciones que, según la entidad, no colaboraban con la política migratoria federal ni con las autoridades encargadas de hacerla cumplir. Ante esta publicación, la Asociación Nacional de Sheriffs expresó su rechazo y protestó por la inclusión de diversas localidades.
El presidente de la Asociación Nacional de Sheriffs, el sheriff Kieran Donahue, declaró que la lista fue publicada sin transparencia ni responsabilidad. Afirmó que se elaboró sin participación de las comunidades locales y que socava principios fundamentales como la confianza, la cooperación y la colaboración. Esta clasificación de ciudades se originó durante el gobierno de Donald Trump y tenía como objetivo señalar a aquellas localidades que, según el gobierno federal, no colaboraban suficientemente con el control migratorio.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró ante los medios que funcionarios de distintos estados manifestaron su incomodidad. “Algunas ciudades se han opuesto. Creen que, por no tener una ley u otra, no cumplen los requisitos, pero sí los cumplen. Están dando refugio a delincuentes”, afirmó. Sin embargo, no ofreció explicaciones sobre los motivos que llevaron a la eliminación de la lista.
La abogada de la ciudad de San Diego, Heather Ferbert, declaró a medios locales que la lista tenía motivaciones políticas. Líderes de California, Colorado y Massachusetts cuestionaron públicamente la etiqueta de "santuario". Por su parte, los alcaldes de Boston, Chicago, Denver y Nueva York defendieron que las políticas de santuario contribuyen a mantener ciudades seguras, y aseguraron que continuarán respetando las órdenes de arresto criminal.