Organizaciones alertan sobre obstáculos en las opciones legales para regularizar el estatus migratorio, generando preocupación entre la comunidad inmigrante.
Las organizaciones defensoras de derechos migratorios han alertado sobre importantes obstáculos que enfrentan los inmigrantes para regularizar su estatus legal. Una de las principales preocupaciones es la pausa en la emisión de tarjetas verdes debido a investigaciones por posibles fraudes.
Además, muchos beneficiarios del Parole Humanitario, que les permitía solicitar asilo, ahora enfrentan incertidumbre tras la cancelación de este programa por parte de la administración de Donald Trump. Esta medida ha dejado a miles de personas en una situación vulnerable y sin opciones claras para su protección legal.
Diversas organizaciones que defienden los derechos de los migrantes han manifestado su inquietud por la situación de quienes fueron beneficiarios del Parole Humanitario, ya que con la cancelación de este programa han quedado sin opciones legales definidas para regularizar su estatus en Estados Unidos.
Asimismo, las organizaciones han advertido que numerosos beneficiarios del parole humanitario no cuentan con el acceso necesario a servicios legales apropiados para considerar otras alternativas migratorias, como el asilo o el Estatus de Protección Temporal (TPS). La carencia de recursos e información ha colocado a miles de personas en una posición de vulnerabilidad, impidiéndoles ejercer su derecho a permanecer legalmente en el país.
El Parole Humanitario brindaba a ciertos inmigrantes la posibilidad de entrar legalmente a Estados Unidos por motivos urgentes, como razones humanitarias o emergencias médicas, facilitando su acceso a servicios esenciales y la opción de solicitar asilo. Este programa representaba una solución temporal y una alternativa legal para evitar la deportación mientras se revisaba su situación migratoria.
Entre los países que podían beneficiarse de este programa estaban aquellos afectados por crisis políticas, sociales o humanitarias graves, como Venezuela, Haití, Nicaragua y algunas naciones de Centroamérica. Estas áreas enfrentaban conflictos que generaban una necesidad urgente de protección internacional para sus habitantes.