Más allá del discurso político, las deportaciones de mexicanos durante el gobierno de Trump marcaron un momento clave en la historia migratoria reciente.
Desde que Donald Trump asumió la presidencia, la política migratoria en Estados Unidos dio un giro drástico, adoptando un enfoque mucho más estricto y enfocado en las deportaciones. Esta nueva dirección ha afectado profundamente a la comunidad inmigrante, en particular a las personas de origen mexicano.
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Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE. UU., más de 56.000 mexicanos fueron deportados. Todos ellos regresaron al país a través del programa 'México te abraza', una iniciativa creada para garantizar el respeto de sus derechos humanos, según información de la Agencia EFE.
Arturo Medina Padilla, subsecretario de Gobernación, explicó que quienes retornan cuentan con el apoyo de 34 instituciones públicas y empresas privadas. Además, subrayó que el programa creció un 67,6% en comparación con el informe presentado en mayo.
Los inmigrantes mexicanos deportados desde EE. UU. reciben apoyo integral en diez centros ubicados en estados fronterizos como Baja California, Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Estos centros ofrecen alojamiento, asistencia básica y atención médica, con más de 92.000 raciones de comida entregadas y cerca de 10.000 servicios médicos prestados. Tienen capacidad para atender hasta 25.000 personas simultáneamente y, desde su apertura, han recibido a 12.183 connacionales repatriados por vía aérea, garantizando un trato digno y respetuoso.
Además de la atención brindada en los centros, las personas repatriadas que deciden no acudir a estos espacios también reciben apoyo. Se les entrega su carta de repatriación, alimentos, acceso a llamadas telefónicas, orientación jurídica y boletos de autobús para regresar a sus lugares de origen.
El Gobierno de México ha entregado más de 19,000 Tarjetas Bienestar Paisano, cada una con un apoyo económico de 2,000 pesos (aproximadamente 102 dólares) para ayudar a las personas repatriadas a cubrir los gastos de transporte.
Como parte de una respuesta solidaria y con enfoque humanitario, casi 35,000 personas también fueron afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en un esfuerzo por brindarles respaldo y acceso a servicios de salud al regresar al país.