Jesús, un joven hispano, sufrió heridas graves al ser arrollado por un tren mientras intentaba escapar de ICE, lo que dejó a su familia en una situación crítica.
Jesús González, un hombre de 33 años, se encontraba esperando el autobús cuando fue sorprendido por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Preso del pánico, intentó escapar corriendo, pero en su desesperación terminó en las vías del tren, donde fue atropellado, según reportó Univisión 34 Los Ángeles. Desde aquel trágico momento, ha tenido que someterse a múltiples cirugías y enfrenta una situación emocional muy delicada.
Su hermana Rubí ha estado constantemente a su lado, viviendo junto a su familia esta dolorosa situación, mientras buscan apoyo económico para afrontar los elevados costos médicos en Estados Unidos.
El día del accidente, Jesús estaba en una tienda 7-Eleven cuando, de repente, fue rodeado por tres patrullas del ICE. "Me los topé ahí, eran tres. Seguí caminando, pero empezaron a perseguirme. Corrí hasta las vías del tren… y el tren me golpeó", contó desde la camilla del hospital en una entrevista con Univisión 34 Los Ángeles.
Tras el impacto, Jesús intentó levantarse y seguir corriendo, pero los agentes lo dejaron atrás. "Se me nublaba mucho la vista cuando salí. Y luego me volví a caer y ya un señor más adelante me auxilió, me ayudó a llamar a la ambulancia", recordó. Su situación ha sido crítica, ya que ha perdido su brazo izquierdo desde el hombro y ha requerido varias operaciones para tratar sus heridas.
La familia de Jesús, que vive en México, enfrenta una dura realidad. Él es el único sustento del hogar, lo que agrava aún más la situación. Rubi, su hermana, expresó la tristeza que siente al ver cuán dependiente es su familia de él. "Él tiene a su familia en México. Tiene dos hijos y su esposa. Sí, es muy triste porque su familia depende de él", comentó.
Ante la falta de seguro médico y los altos costos de las intervenciones, la familia ha creado una cuenta de GoFundMe para recaudar fondos que les permitan adquirir una prótesis para Jesús. "A mí me han dicho que van a tratar de cortarle un poco de su cuerpo para poder taparle la herida", aseguró Rubí, quien ha estado al tanto de cada paso en el proceso de recuperación de su hermano.
Este trágico suceso pone de manifiesto los riesgos que enfrentan muchos inmigrantes en su búsqueda de una vida mejor. La historia de Jesús González es un recordatorio de la necesidad de abordar las políticas migratorias y la protección de los derechos humanos, así como de la importancia de la solidaridad comunitaria en momentos de crisis.