En Florida, Johnny Noviello fue hallado muerto por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Las causas de su muerte están siendo investigadas.
Un inmigrante de origen canadiense fue encontrado sin vida en una celda del Centro de Detención Federal de la Oficina de Prisiones, en el estado de Florida. Según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el hombre se encontraba bajo custodia mientras esperaba su expulsión de Estados Unidos. Por ahora, las causas de su fallecimiento siguen siendo desconocidas.
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Eran cerca de la una de la tarde cuando oficiales del ICE encontraron a Johnny Noviello tendido en el suelo de su celda, inconsciente. La escena activó una respuesta inmediata: el personal médico del centro corrió a auxiliarlo, aplicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar y descargas eléctricas con un desfibrilador externo automático. Pero el cuerpo del canadiense no respondió. Ante la falta de signos vitales, se llamó al 911. Minutos después, el Departamento de Bomberos y Rescate de la ciudad de Miami llegó al lugar y confirmó lo que ya temían: había muerto.
Tras conocerse la tragedia, la Oficina de Deportación y Detención (ERO) notificó el caso al Departamento de Seguridad Nacional, a la Oficina del Inspector General y a la Oficina de Responsabilidad Profesional de ICE. Poco después, la lamentable noticia fue comunicada también al Consulado de Canadá.
"El ICE notifica oficialmente al Congreso, a las organizaciones no gubernamentales interesadas y a los medios de comunicación sobre el informe oficial de la muerte de un extranjero indocumentado detenido, y publica un comunicado de prensa con los detalles pertinentes en su sitio web en un plazo de dos días hábiles, según la política de la agencia", señalaron las autoridades de ICE. Además, recordaron que una ley vigente desde 2018 los obliga a hacer pública toda muerte bajo custodia dentro de un plazo máximo de 90 días.
Johnny Noviello llegó a Estados Unidos el 2 de enero de 1988 con una visa legal. Tres años más tarde, el 24 de octubre, obtuvo la residencia permanente. Sin embargo, su situación cambió drásticamente décadas después. Según información oficial, el 12 de octubre de 2023 fue condenado en el condado de Volusia por crimen organizado, tráfico de oxicodona y otras drogas ilegales, además del uso indebido de un dispositivo de comunicación bidireccional.
Fue sentenciado a 12 meses de prisión. Al cumplir su condena, fue detenido nuevamente, esta vez por agentes del ICE, quienes lo llevaron al Departamento Correccional de Florida y lo acusaron de ser deportable por haber quebrantado las leyes del país.