Con la intención de disminuir el índice de criminalidad en EE. UU., Donald Trump ha tomado una radical medida contra extranjeros.
Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó su decisión de habilitar el despliegue de la Guardia Nacional y asumir el control federal de la seguridad en Memphis, Tennessee. Asimismo, el republicano calificó a esta ciudad en mención como "cuatro veces" más peligrosa que la Ciudad de México, lo cual ha generado gran controversia y mucho temor entre los inmigrantes indocumentados.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el mandatario impactó al asegurar que las probabilidades de ser asesinado en Memphis son cuatro veces mayores que en Ciudad de México. Con ello, decidió enfatizar la gravedad de la situación en la ciudad estadounidense en comparación con la capital mexicana.
Despliegue del ejército de Trump se dirige hacia esta ciudad y podría perjudicar a inmigrantes en EE. UU.
En aquel evento, también Trump firmó una proclamación que autoriza el despliegue de la Guardia Nacional en Memphis, contando con el apoyo total del gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee, quien no dudó en resaltar su gratitud por la intervención de agencias federales, tales como el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que, según la Casa Blanca, enviará agentes a las calles de la ciudad estadounidense.
Cabe señalar que esta medida se ha dado un mes después de que Trump federalizara Washington D.C., donde la Guardia Nacional continúa operando. Trump sostiene que esta medida ha contribuido a reducir los índices de criminalidad en la capital, a pesar de que las estadísticas indican que Washington D.C. había alcanzado su menor cifra de homicidios en más de 30 años.
Por otro lado, es bueno señalar que Donald Trump también lanzó una advertencia a otras ciudades sobre la posibilidad de enviar fuerzas federales, incluso dejó la posibilidad de sobrepasar las decisiones administradas por alcaldes demócratas.
Entre las urbes donde se llevarían a cabo pronto estas operaciones se encuentran Baltimore y Chicago, esta última señalada por el presidente como "la siguiente" en recibir la intervención militar.