Un ataque armado dentro de una iglesia mormona en Michigan dejó múltiples heridos y desató un incendio. El atacante fue abatido por la policía.
Este domingo por la mañana, la calma en Grand Blanc, Michigan, se rompió por completo cuando un tiroteo sacudió a la comunidad local. El ataque ocurrió alrededor de las 11 a.m. dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida como iglesia mormona. Según reportes iniciales, varias personas resultaron heridas durante el ataque. La policía confirmó que el atacante fue abatido en la escena y que no existe una amenaza activa para la población.
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El tiroteo se registró en la zona de McCandlish Road, a unos 100 kilómetros al norte de Detroit. Las fuerzas de seguridad respondieron rápidamente, asegurando el lugar y exhortando a la población a evitar acercarse al área mientras se desplegaban los equipos de emergencia. El caos aumentó cuando, minutos después del tiroteo, el templo comenzó a incendiarse, obligando a la intervención de los bomberos.
Tras los disparos, el fuego se propagó de forma repentina en el interior del recinto religioso. Los cuerpos de bomberos trabajaron para contener las llamas, mientras los agentes de policía establecían un perímetro de seguridad. Aún se desconocen las causas exactas del incendio y si está relacionado directamente con el ataque armado.
Hasta el momento no se ha precisado el número exacto de víctimas ni la gravedad de los heridos. Autoridades locales señalaron que los hospitales de la zona se encuentran en alerta para atender a los afectados. La identidad de las personas heridas permanece bajo reserva, a la espera de confirmaciones oficiales.
Agentes estatales y federales se unieron a la policía local para investigar lo sucedido. El objetivo principal es esclarecer las motivaciones del atacante y confirmar cómo se originó el incendio. Las autoridades no descartan que ambos eventos estén vinculados, pero aún no han ofrecido conclusiones definitivas.
Grand Blanc, una localidad generalmente pacífica, enfrenta ahora una de las peores tragedias de su historia reciente. La población permanece consternada y en estado de alerta. El alcalde y la policía aseguraron que se ofrecerán más detalles en las próximas horas, mientras continúan las pesquisas para determinar el número de víctimas y el alcance de los daños materiales.