Estados Unidos ha comenzado a cancelar visas a inmigrantes por publicaciones consideradas ofensivas. El motivo genera preocupación en comunidades latinas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha comenzado a revocar visas a migrantes por publicaciones en redes sociales consideradas inapropiadas. En esta ocasión, los afectados habrían realizado comentarios ofensivos o sarcásticos sobre la muerte de Charlie Kirk, activista conservador cercano al presidente Donald Trump, quien fue asesinado durante un acto público en Utah.
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Seis personas ya han perdido sus visas por este motivo, según confirmó el propio gobierno estadounidense. La medida, que ha generado controversia, incluye a cuatro ciudadanos latinoamericanos, y refuerza el mensaje de tolerancia cero ante lo que consideran “celebraciones de actos violentos”, sin importar el estatus migratorio de los implicados.
El Departamento de Estado admitió haber revisado las cuentas en redes sociales de varios individuos tras la muerte de Charlie Kirk, encontrando mensajes que consideró inaceptables. Según el informe, se trataba de comentarios que se burlaban o minimizaban el asesinato del activista, lo que llevó a las autoridades a revocar sus visas de inmediato.
EE. UU. revocará visas si haces estos comentarios en redes sociales.
Esta decisión se da tras semanas de presión por parte de figuras del Partido Republicano, quienes exigieron consecuencias para quienes difundieran burlas u ofensas relacionadas con el caso. El gobierno respondió que estas medidas se aplicarán a cualquier persona que "celebre la violencia" en territorio estadounidense.
De acuerdo con el Los Angeles Times, cuatro de los seis migrantes que perdieron su visa eran ciudadanos de Argentina, Brasil, México y Paraguay. Los otros dos procedían de Alemania y Sudáfrica, lo que confirma que la política no está dirigida a una región específica, sino al tipo de conducta en línea.
El Departamento de Estado advirtió que no importa el país de origen ni el tipo de visa: toda persona que incurra en "conductas que promuevan o celebren actos criminales" será objeto de sanciones migratorias. Esta política ha sido vista por algunos analistas como parte de una estrategia para reforzar el control ideológico desde la administración republicana.