Estas tres modificaciones podrían afectar la estabilidad laboral y los procesos de naturalización de numerosos inmigrantes indios en EE. UU.
La administración del presidente Donald Trump ha implementado recientemente una serie de medidas migratorias que podrían tener un impacto significativo en la comunidad de inmigrantes en Estados Unidos, especialmente entre los ciudadanos de origen indio.
Estas acciones buscan limitar la llegada de trabajadores extranjeros y proteger los intereses del mercado laboral estadounidense, pero también implican cambios importantes para los titulares de visas H-1B, los permisos de trabajo y los residentes permanentes legales que buscan la ciudadanía.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la eliminación de la extensión automática de los Documentos de Autorización de Empleo (EAD) para ciertos trabajadores extranjeros no inmigrantes. Esta medida revierte la política implementada durante la administración Biden, la cual permitía una prórroga automática de 540 días mientras se tramitaba la renovación.
Ahora, los solicitantes deberán someterse a una nueva verificación de antecedentes antes de que se apruebe la extensión de su permiso de trabajo, un proceso que, según expertos en inmigración, puede tardar entre 7 y 10 meses. Este cambio afecta especialmente a los cónyuges y dependientes de titulares de visas H-1B (con visa H-4) que dependen del EAD para trabajar, aumentando el riesgo de interrupciones laborales o desempleo.
Los residentes permanentes legales que deseen naturalizarse en Estados Unidos enfrentarán un examen de civismo más riguroso a partir del 20 de octubre de 2025. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) actualizará el test de naturalización para evaluar un conocimiento más profundo del gobierno, la historia y la política estadounidenses, así como el dominio del idioma inglés.
Esta modificación tiene como objetivo garantizar que los nuevos ciudadanos estén mejor preparados para integrarse plenamente en la sociedad y participar activamente en la vida cívica. Sin embargo, también representa un desafío mayor para los solicitantes, quienes deberán estudiar preguntas adicionales y demostrar un conocimiento más amplio de las instituciones estadounidenses.
Otra medida significativa es el aumento de la tarifa anual de la visa H-1B, que ahora asciende a 100,000 dólares. Estas visas, utilizadas por empresas estadounidenses para contratar profesionales extranjeros especializados, como ingenieros, científicos y programadores, se emiten inicialmente por tres años y pueden renovarse hasta por seis.
Aproximadamente el 75 % de los beneficiarios de la visa H-1B provienen de India, lo que convierte este cambio en un golpe directo para la comunidad india en Estados Unidos. Cabe destacar que la tarifa elevada no se aplicará a quienes soliciten un cambio de estatus o una extensión de su estadía, según las nuevas directrices publicadas por el gobierno estadounidense.