A pesar de que el entrenador de Real Madrid, Zinedine Zidane, no cuenta con él para la temporada 2019/20, Gareth Bale tomó la decisión de permanecer en la 'Casa Blanca': se comunicó personalmente con los directivos españoles, a quienes les hizo saber su postura.
Bale se ha puesto firme puesto que iba a ser utilizado, según las informaciones que se pueden recoger de los medios españoles, como moneda cambio ante su ex club, Tottenham, quien exigía la vuelta del 'galés' para dejar partir a Christian Eriksen.
El agente de Gareth Bale, Jonathan Barnett, fue el encargado de iniciar las conversaciones con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para hacerle presente la decisión de su patrocinado. Sin embargo, ante la negativa del directivo, el propio jugador solicitó una reunión en donde transmitió su postura.
Pero la solicitud de Gareth Bale no solo ha sido la de quedarse en el Real Madrid, sino, a la vez, les ha expresado su intención de no escuchar ni atender alguna oferta por él, en otras palabras, les ha refrendado que no se molesten en buscarle un nuevo destino puesto que su mente sólo pasa por continuar vistiendo la casaquilla 'blanca' en el Santiago Bernabéu.
Esta postura tajante ha sorprendido de sobre manera en Real Madrid, quienes tendrán que asumir la presencia de Gareth Bale en la plantilla para la próxima temporada, a pesar de que el entrenador francés, Zinedine Zidane, ha dejado muy en claro que no cuenta con él.
Ante este panorama, se decanta que el extremo galés tendría un rol secundario en el Real Madrid, sin embargo, lo más preocupante para los directivos españoles es que Gareth Bale haya sopesado más el tema extrafutbolístico que el deportivo.
Según la información de AS, Gareth Bale habría indicado a los directivos de Real Madrid que su familia está muy cómoda en la ciudad. Gustan del clima y sus hijos ya están adaptados a la capital española donde encontraron el lugar perfecto para desarrollar su otra pasión, el golf.
A ello hay que agregarle que Gareth Bale es consciente que ningún otro club va a pagarle la astronómica cifra que percibe en Real Madrid: 17 millones de euros (19.28 millones de dólares) libre de impuestos. Esto también genera que el galés, a sus 29 años, valore más su vida personal que profesional.