Nicklas Bendtner fue un destacado futbolista danés y sus condiciones lo llevaron hasta el poderoso Arsenal de Inglaterra. Sin embargo, nunca pudo consolidarse en la élite, debido a su vida colmada de excesos.
Tiene solo 32 años, una edad en la que muchos crack siguen compitiendo al más alto nivel. Sin embargo, el escandinavo solo pudo encontrar equipo en la Superliga de China y ante la suspensión de dicho certamen, hoy se encuentra inactivo y podría optar por el retiro.
Una de los principales vicios de Bendtner eran las casas de apuesta, donde despilfarraba grandes cantidades de dinero, según cuenta en su autobiografía y que recordó durante una entrevista para el diario inglés The Guardian.
"He dilapidado 400 000 libras (US$ 521 mil) en 90 minutos, un dinero que no tengo, he dejado mi cuenta al descubierto. Estoy en quiebra si mi suerte no cambia. Consigo, tambaleándome, llegar hasta los baños, echarme agua en la cara. Busco un cajero y consigo otras 30 000 libras (US$ 391) para seguir jugando", cuenta el futbolista nacido en Copenhague, quien también tenía gusto por el alcohol.
"Estoy demasiado borracho para sentarme en una mesa", dijo durante una visita al casino en su natal Dinamarca.
Asimismo, cuando no fue llamado para participar en el Mundial Rusia 2018, Bendtner fue consciente que había desperdiciado gran parte de su carrera deportiva por su vida libertina.
"Me sentí en la mierda, llorando. Me gustaría retroceder en el tiempo y golpear a ese joven en la cabeza con un martillo. Hacerle entender la oportunidad que tenía, que tiene algo especial que cuidar", culminó el ariete.