Una escena curiosa se pudo observar cuando la selección española llegó a Málaga para enfrentar mañana miércoles en partido amistoso a Venezuela.
Resulta que los aficionados aclamaban a sus jugadores y pugnaban por un autógrafo. Fue entonces que Cesc Fábregas se acercó donde ellos para complacerlos. Todo iba de lo más normal hasta que uno de los hinchas le pidió al jugador del Barcelona una firma en su camiseta del Real Madrid. ¡Sí, la del archirrival!
Fábregas, diplomático como siempre, no se hizo problemas y estampó su autógrafo en la camiseta madridista versión roja con la ‘10’ del alemán Ozil.