Un drama. A Quique Setién le tocó un Barcelona que parece ser víctima de una maldición. Desde que llegó al banco culé, hace poco más de un mes, al estratega se le han lesionado seis jugadores. Es decir que, cada semana que pasa, uno de sus futbolistas es dado de baja.
Setién llegó al cuadro azulgrana con el deber de reemplazar a Ernesto Valverde y poder reanimar a un Barcelona que, en esos momentos, era una de las peores versiones de sí mismo. Sin embargo, tan solo aterrizar en tierras catalanas, al entrenador se le notificó que Luis Suárez había sido operado y que la lesión que no se veía nada grave. No obstante, el uruguayo terminó siendo baja por los próximos cuatro meses.
Tras el primer ausente, Quique Setién no perdió la calma y siguió con su plan de juego, pero a la siguiente semana se lesionaron Neto y Arturo Vidal, este último se perdió un partido por la Liga Santander. Sin embargo, el arco se encontraba asegurado con Ter Stegen, así que la ausencia del portero brasileño no afectó mucho, mientras que el chileno se recuperó a tiempo para afrontar duelos locales.
Pero, tras la calma llegaría otra tormenta. Su otro delantero, en el que confiaba tras la lesión de Luis Suárez, se lesionó. El francés Ousmane Dembelé sufrió una rotura en el tendón proximal y se perderá el resto de la temporada. Esto comenzó a preocupar, aún más, al entrenador azulgrana y tuvo que tomar la decisión: trajo al danés Martin Braithwaite.
Finalmente, se produjeron dos lesiones más para Setién. Jordi Alba se perdería los siguientes dos encuentros (ante Napoli y Real Madrid) con Barcelona por presentar problemas en los aductores. Por otra parte, Sergi Roberto, también con lesión en el aductor, será baja en el equipo catalán por un mes entero y es probable que tampoco llegue al partido de vuelta frente al Napoli.
El Barcelona se enfrenta el día de mañana, martes 25 de febrero, al Napoli en condición de visitante. El partido se jugará en el Estadio San Paolo y dará comienzo a las 3:00 p.m. (hora peruana).