La frase “aceptar la renuncia con efecto inmediato” suena más a despido intempestivo que a renuncia. Y esa frase enmarca el desenlace que puso fin al corto ciclo de Carlos Benavides como presidente de Sporting Cristal. Revelaciones al interior de La Florida dan cuenta de las razones por las cuales el “Chino” tuvo que dejar el cargo debido a una serie de erráticas decisiones que tomó en el primer trimestre del 2019, las cuales contrastaron con su brillante y aplaudida gestión como gerente del club en el 2018.
Aquí detallamos cuáles fueron los cuatro principales motivos por los que la compañía cervecera AB Inbev, dueña de Backus, decidió desvincularse de Carlos Benavides.
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Este fue el gran error del “Chino” ni bien asumió la presidencia del club. En lugar de sustituir a Mario Salas por un técnico de categoría, apostó por un estratega colombiano de tercer orden al cual se le hizo un contrato como si se tratara de un DT de selección. Si bien en la cervecera AB Inbev hay poca gente que sabe de fútbol, a todos les llamó la atención esta decisión que fue tomada de manera unilateral por Carlos Benavides, sin consultar a Alfonso García Miró, uno de los que se opuso a la llegada del cafetero. Incluso, en La Florida se comenta que la llegada de Alexis Mendoza terminó por quebrar la relación que había entre Benavides y García Miró.
Cuando Benavides se dio cuenta del gran error que había cometido contratando a Mendoza, buscó por todos los medios cortarle el contrato. El colombiano no quiso renunciar sin antes recibir una jugosa indemnización para él y para todo su comando técnico. Fuentes muy bien informadas en el Rímac señalan que al colombiano se le pagó seis meses como compensación para que deje el cargo, algo que fue considerado en la cervecera como un despilfarro de dinero.
Como señalamos líneas arriba, en la empresa AB Inbev hay muy poca gente que sabe de fútbol. Y pocos se atrevían a cuestionar a Benavides, quien había hecho una gestión brillante en el 2018: título nacional, ingreso de dinero por Copa Libertadores, venta de jugadores y balance económico en azul. Ser el mandamás del club hizo perder la brújula al “Chino” quien tomó otra decisión extraña: hacerle un contrato de tres años a Christian Ortiz, jugador que tiene a Ronald Baroni como representante. Esta negociación encendió las alarmas pues nadie entendía como se le hacía un ventajoso y prolongado contrato a un jugador sin mucho cartel quien había tenido un paso intrascendente por el Rimac hace dos temporadas. "Ortiz ganaba en la San Martín 4 mil dólares mensuales. Vallejo le ofreció 6 mil para ficharlo el 2019. De pronto, Cristal cerró con él por casi el doble de pago mensual a razón de tres temporadas. Y no hay que saber mucho de fútbol para darse cuenta que "Titi" no marca diferencias en el fútbol peruano como para tener un sueldo tan elevado", reveló una fuente al interior de directorio de Backus.
El “Chino” tiene un muy buen ida y vuelta con Ronald Baroni, representante de Emanuel Herrera. Este lazo se hizo más estrecho gracias a la racha goleadora del “Manu” en el 2018. El exdelantero de la "U" y actual empresario de jugadores, empezó a ser visto por Benavides como un “gurú” y en él confió muchas de sus decisiones futbolísticas, relegando a García Miró. Incluso, cuando el “Chino” buscó compradores para la futura venta del club, pensó en Baroni quien acercó a los representantes del “Tigres” de México con los cuales AB Inbev se reunió sin cerrar ningún acuerdo. Ya en el 2019 y con Benavides como presidente, en la cervecera detectaron que Baroni estaba detrás de muchas de las erráticas decisiones que se adoptaron en el club. “Parecía que Cristal se manejaba en favor de los intereses de Baroni y no de Cristal”, se comentó en el directorio de AB Inbev. Y en el mundo del fútbol todos saben que Baroni solo defiende sus intereses como empresario de jugadores.
Estas razones y otros hechos que ameritan una investigación más profunda, determinaron que se cortara "con efecto inmediato” el breve ciclo de Carlos Benavides como presidente de Sporting Cristal.