Dragon Ball, la obra de Akira Toriyama, nos regaló un divertido momento en el mundo de los espíritus. Gokú, lamentablemente, había muerto por el Masenko de Piccolo, mientras sujetaba a su hermano Raditz. Recordemos que había llegado a la tierra para conquistarla junto a Kakaroto, pero al ser rechazado secuestró a Gohan.
El saiyajin salvador del mundo, pudo conservar su forma en el otro mundo gracias a la recomendación de Kamisama. Luego de conocer a Kaio-sama, este se convierte en su nuevo maestro y amigo.
Kakaroto no deja de entrenar y cada día se vuelve más fuerte. Por ello, quería participar en un torneo de lucha, sin embargo, en su condición era imposible regresar al mundo terrenal.
Tanta era la insistencia de Gokú, que Kaio-sama pensó en una posible solución para su problema. Ambos personajes se transportaron al espació y se juntaron con varios Kaios samas de distintos lugares de la galaxia. Es allí, que el saiyajin consulta si puede regresar a la tierra para participar en el Torneo de Artes Marciales.
Kaio-sama del Este reta a Gokú a una carrera en el mundo de los espíritus para que se le otorgue el permiso de regresar por un día al mundo real y pueda participar en el Torneo de artes marciales. Ambos personajes compiten a la par, pero al final el Supremo Gran Kaio-sama se declara ganador.
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