La nueva creación de Akira Toriyama, Dragon Ball Super, cuenta con escenas de pelea y graciosas que vivieron Gokú y Vegeta durante sus entrenamientos con el dios de la destrucción, Bills. Como se recuerda, ambos guerreros tuvieron que limpiar la casa de Whis.
Los saiyajin pensaron que el entrenamiento sería fácil, pero se llevaron una gran sorpresa cuando Whis les ordenó realizar trabajos del hogar como limpiar los paltos, barrer los cuartos y cambiar las sabanas de Bills.
En un principió, Vegeta no quería realizar estas acciones, pues fiel a su estilo, no consideraba digno que alguien de su posición haga eso. Pero, recordó, que fue él quien le insistió a Whis que lo ayude a entrenar.
Para Gokú no fue tan malo, pues estaba acostumbrado a las ordenes de su esposa, Milk. Ellos empezaron a cumplir con lo solicitado por la mano derecha de la deidad. Cada uno empezó a limpiar y dejaron para el último el trabajo más difícil.
Gokú y Vegeta debían cambiar las sabanas de la deidad del universo 7. Para ello, tenían que levantarlo sin despertarlo, pues hacerlo significaba correr el riesgo de resultar herido o, incluso, hasta morir.
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