En Semana Santa, la comunidad católica conmemora la crucifixión, muerte y resurrección de Jesucristo. A pesar de la pandemia provocada por la COVID-19, se siguen celebrando tradiciones durante este período.
Una de ellas es el impedimento a los católicos de comer carnes rojas. Por ello, ya se ha convertido en costumbre el consumo de pescado en la práctica del ayuno durante determinados días de la Semana Santa.
La Iglesia católica estableció como la abstinencia de la carne dos días específicos: Miércoles de Ceniza, que da inicio a la cuaresma, y el Viernes Santo, cuando se recuerda la muerte de Jesús en la cruz.
"Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo", se indica en el artículo Ayuno y abstinencia en la Iglesia publicado por el portal Aciprensa.
Por su parte, el Papa Francisco aseguró que "ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, inútiles, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Es buscar la belleza de una vida más sencilla (...) Si no puedo hacer un ayuno total (no consumir ningún alimento), al menos hay que hacer un ayuno humilde, pero verdadero".
De acuerdo con los pasajes históricos, el origen de ayunar y de no comer carne durante estos días se remonta al siglo II como signo de penitencia y purificación. Los cristianos toman como referencia los sacrificios de figuras como Jesús, quien practicó el ayuno durante 40 días previo a su misión pública.