¡El amor está en el aire! En la siguiente nota conocerás los mejores poemas para dedicar a una persona por el día de San Valentín.
El Día de San Valentín se celebra este próximo lunes y miles personas buscando los mejores regalos, poemas y lugares para disfrutar el día con aquella persona especial. Conoce más detalles en las siguientes líneas.
Descubre el top 5 de poemas de amor cortos perfectos para dedicar en San Valentín o cualquier momento especial. Estos versos son ideales para conquistar a tu pareja, expresar tu amor a amigos o simplemente compartir sentimientos profundos con alguien importante en tu vida. Incluimos desde poemas cortos de amor para tu novia hasta poemas de San Valentín para amigos, asegurando que encuentres el mensaje perfecto para el 14 de febrero o cualquier ocasión.
Los 5 mejores poemas para San Valentín
Amor eterno de Gustavo Adolfo Bécquer
- Podrá nublarse el sol eternamente;
- Podrá secarse en un instante el mar;
- Podrá romperse el eje de la tierra
- Como un débil cristal.
- ¡Todo sucederá! Podrá la muerte
- Cubrirme con su fúnebre crespón;
- Pero jamás en mí podrá apagarse
- La llama de tu amor
Como si cada beso, de Fernando Pessoa
- Como si cada beso
- Fuera de despedida,
- Cloé mía, besémonos, amando.
- Tal vez ya nos toque
- En el hombro la mano que llama
- A la barca que no viene sino vacía;
- Y que en el mismo haz
- Ata lo que fuimos mutuamente
- Y la ajena suma universal de la vida.
Contigo de Luis Cernuda
- ¿Mi tierra?
- Mi tierra eres tú.
- ¿Mi gente?
- Mi gente eres tú.
- El destierro y la muerte
- para mi están adonde no estés tú.
- ¿Y mi vida?
- Dime, mi vida,
- ¿Qué es, si no eres tú?
Quiéreme entera de Dulce María Loynaz
- Si me quieres, quiéreme entera,
- no por zonas de luz o sombra…
- Si me quieres, quiéreme negra
- y blanca, Y gris, verde, y rubia,
- y morena…
- Quiéreme día,
- quiéreme noche…
- ¡Y madrugada en la ventana abierta!…
- Si me quieres, no me recortes:
- ¡Quiéreme toda… O no me quieras
A Leonor de Armando Nervo
- Tu cabellera es negra como el ala
- del misterio; tan negra como un lóbrego
- jamás, como un adiós, como un "¡quién sabe!"
- Pero hay algo más negro aún: ¡tus ojos!
- Tus ojos son dos magos pensativos,
- dos esfinges que duermen en la sombra,
- dos enigmas muy bellos.
- Pero hay algo…
- pero hay algo más bello aún: tu boca.
- Tu boca, ¡oh sí!; tu boca, hecha divinamente
- para el amor, para la cálida comunión del amor, tu boca joven;
- pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!
- Tu alma recogida, silenciosa,
- de piedades tan hondas como el piélago,
- de ternuras tan hondas…
- Pero hay algo…
- pero hay algo más hondo aún: ¡tu ensueño!