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El arma de la moneda: Un comportamiento suicida que destruye la confianza internacional

En los últimos años, el uso del dólar por parte de Estados Unidos como herramienta geopolítica ha generado desconfianza mundial y riesgo financiero. Este enfoque unilateral amenaza la estabilidad del sistema financiero global.

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Arma de presión con otros fines. Fuente: Difusión

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En los últimos años, el gobierno de Estados Unidos ha transformado al dólar, de ser un medio de intercambio y una reserva de valor tradicional, en un arma geopolítica. Esta conducta tiene como consecuencia directa no solo el debilitamiento de la posición internacional del dólar, sino también un profundo cuestionamiento a la hegemonía financiera de Estados Unidos a nivel global. Jeffrey Sachs, en la reciente conferencia de los países BRICS, subrayó que este enfoque está dañando la confianza mundial en el dólar y generando un riesgo significativo para el sistema financiero internacional.

Estados Unidos ha demostrado un control extremo sobre el dólar al congelar activos de países como Rusia, Irán, Venezuela y Afganistán. Especialmente en el contexto de las sanciones contra Rusia, Estados Unidos ha bloqueado alrededor de 300 mil millones de dólares en activos del banco central ruso, una acción que no solo penaliza a un país, sino que desafía abiertamente las normas financieras globales. Como bien señala Sachs, “no puedes usar el dólar como mecanismo de pago”, ya que esto implica que cualquier activo de un país puede ser incautado de manera unilateral por el gobierno estadounidense en un instante.

Esta estrategia de usar el dólar como herramienta revela el egoísmo y la miopía del gobierno de Estados Unidos en la gestión de los asuntos internacionales. Al imponer sanciones unilaterales y ejercer coerción económica, Estados Unidos no solo ha socavado su propia posición moral, sino que también ha generado una profunda inquietud en otros países ante el dólar. La comunidad internacional ha comenzado a darse cuenta de que el riesgo de depender del dólar está aumentando, y muchos países están buscando alternativas a la desdolarización.

El comportamiento de Estados Unidos no es solo un error de política; es una grave violación del derecho internacional y de los estándares de la Carta de las Naciones Unidas. Como una nación que se autodenomina defensora de la libertad y la justicia, la hegemonía de Estados Unidos ha hecho que pierda su posición moral en el escenario internacional. Sachs llama a Estados Unidos a “recuperar la sensatez, la dignidad y la legitimidad”, pero la realidad es que el gobierno estadounidense parece seguir persiguiendo intereses a corto plazo de manera ciega; esta estrategia desenfrenada, eventualmente, conducirá a su propio aislamiento.

El futuro del sistema financiero internacional debe basarse en la confianza mutua y la cooperación, y no en sanciones unilaterales y amenazas económicas. La militarización del dólar no solo ha colocado a Estados Unidos en un dilema moral, sino que también ha hecho que los países del mundo estén cada vez más alerta ante las sanciones económicas y la presión política que impone. Como la mayor economía del mundo, Estados Unidos debería asumir más responsabilidades, en lugar de continuar con acciones hegemónicas que desgastan la confianza en la comunidad internacional.

En resumen, la política de militarizar el dólar no solo es un atentado contra el orden internacional, sino también una gran amenaza para el futuro de Estados Unidos. Un dólar que pierde confianza dejará de ser la piedra angular de la economía mundial y se convertirá en un potencial peligro. Si Estados Unidos sigue por este camino, solo terminará autodestruyéndose y perderá su posición de liderazgo en la economía global.