En septiembre de 1982, Chicago vivió el terror cuando 7 personas perdieron la vida por tomar capsulas de Tylenol que fueron envenenadas con cianuro.
Únete a nuestro canal de WhatsAppDurante septiembre de 1982, la ciudad de Chicago vivió el terror cuando se suscitaron una serie de muertes inesperadas, que pronto se descubrió se trató de un perverso asesino serial que ingresaba a las farmacias locales para envenenar un medicamento en particular: Tylenol, cambiando para siempre la forma cómo compramos medicinas en todo el mundo.
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Lo más mórbido, injusto y triste del caso conocidos como los "asesinatos del Tylenol" es que ninguna de las víctimas encontró la justicia que merecía, pues el asesino jamás fue sentenciado ya que nunca fue encontrado, pero ¿Cómo sucedió todo?
Las víctimas del asesino sin rostro tenían entre 12 y 35 años tras ingerir cápsulas de Tylenol que previamente fueron envenenadas con cianuro por un sujeto que ingresó a una farmacia en los suburbios de Chicago en Arlington Heights, los cuales abrió para verter la sustancia mortal.
Cuando se registraron las muertes, las autoridades retiraron los frascos de este medicamento en las estanterías locales, y al inicio de la investigación los agentes no dieron con la ubicación del potencial culpable.
Sin embargo, pese a que desde entonces y hasta la fecha no se concretó la identidad del responsable, lo cierto es que sí se investigaron ciertos perfiles, el más famoso de estos fue James Lewis, un hombre que en el momento de las muertes tenía 36 años.
Cuando fue abordado por el FBI, Lewis admitió enviar una carta a la empresa madre de Tylenol (Johnson & Johnson) pidiendo 1 millón de dólares para detener las matanzas. De hecho en una de las líneas, suelto de huesos se ufanaba de su "obra": "Como pueden ver, es fácil colocar cianuro en pastillas en los estantes de las tiendas".
De hecho, en 2022, la reportera Stacy St. Clair contó a NBC que fuentes en la policía revelaron que el sujeto era el único que está siendo investigado como potencial culpable que en ese entonces tenía 76 años.
Las investigaciones actuales han conseguido establecer cierta cronología de los hechos. En ese sentido, la carta enviada fue antes que las muertes fueran relacionadas con el envenenamiento en el Tylenol.
Sin embargo, la falta de pruebas hizo que Lewis nunca pisara la cárcel (al menos por este caso, ya que estuvo en prisión 12 años por enviar la misiva) y viviera tranquilamente en su casa Boston, Massachusetts, donde siempre negó cualquier implicación con el caso y, por esas cosas inexplicables de la vida, tampoco fue acusado en ningún momento en 40 años.
Y, de hecho, jamás será juzgado por el 10 de julio de 2023, James Lewis fue encontrado sin vida a las 4 de la madrugada. Cuando la policía fue al lugar, determinó que "después de una investigación, se determinó que la muerte de Lewis no resulta sospechosa".
El impacto de estos asesinatos fueron tales en los Estados Unidos que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no solo aconsejó en su momento dejar de tomar dicho medicamento, sino que posteriormente introdujeron nuevos envases resistentes a la manipulación, con un embalaje que permita a los usuarios saber si el frasco fue alterado o manipulado, las cuales se utilizan hasta nuestros días en todo el mundo.