En tiempos prehispánicos, este fruto se utilizaba como insecticida, pero ahora se ha convertido un manjar y seduce los paladares mundiales.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl Perú es un país lleno de misterios y no solo cautiva a los turistas con sus sitios arqueológicos o historia, sino también por su variedad de alimentos como las frutas que encantan a los paladares más exigentes. Sin embargo, el legado de estos productos no es nada nuevo.
Desde la llegada de los españoles a Sudamérica, ellos han quedado maravillados con la gran variedad de frutas que posee el Perú.
A pesar de que existe cierto debate sobre su origen, la chirimoya proviene de las zonas altas de la región andina de Sudamérica, específicamente en el norte del Perú.
La chirimoya ha emergido como un diamante en bruto y es el fruto del árbol que pertenece a la familia de las anonáceas, género Annona, fruta tropical originaria de América del Sur.
Los antiguos peruanos incorporaron en su dieta a la chirimoya y eso se evidencia en las piezas de cerámica de la cultura Mochica, demostrando su importancia como fuente de vitaminas, minerales, carbohidratos, fibra y agua.
También por su valor nutricional, esta fruta fue usada en la medicina tradicional como insecticida y debido a su potencial ayuda durante el periodo de expulsión del parto.
La fruta fue introducida a otras regiones del mundo que tienen climas cálidos como Centroamérica, México, algunas zonas de Estados Unidos y, después a más partes de Europa, Asia y África. Asimismo, según la revista Taste Altas, la chirimoya es una de las 10 frutas tropicales más populares de Europa.
Cabe destacar que en la historia, se dice que fue muy confundida con la guanábana, que es muy conocido como 'manjar blanco' debido a su sabor.