Un hallazgo que confirma la vena deportiva del Perú

Por Renzo Manyari, presidente del Comité Olímpico Peruano

El periodista e investigador Ítalo Sifuentes Alemán tuvo la gentileza de obsequiarme su obra “1832 Perú Pionero del Fútbol”. El autor registra de manera inapelable la partida de nacimiento del balompié en el Mar Bravo del Callao con un documento del longevo Lima Cricket and Football Club.

Debido a ese hallazgo histórico el Perú se convierte en el primer país fuera del continente europeo en jugar a la pelota bajo los conceptos básicos con los cuales se practica hasta hoy. Es un acontecimiento de enorme trascendencia porque coloca a nuestro país como pionero en el desarrollo de un deporte que además es un fenómeno de masas en el orbe.

El mundo deportivo se deleita por igual con dos certámenes de alcance global: la Copa del Mundo de fútbol y los Juegos Olímpicos de verano. Ambas actividades que se alternan cada dos años absorben el interés del ciudadano y llegan a los rincones más impensados del mundo gracias a la televisión y el internet.

El movimiento olímpico valora el aporte del fútbol. Dentro de los Juegos Olímpicos se incluye una competencia entre naciones en las cuales participan selecciones sub 23 con el refuerzo de tres de sus principales estrellas de la categoría absoluta.

Es en ese contexto en el cual se debe valorar la importancia de que el Perú haya recibido al fútbol en sus costas en 1832 y haya contribuido decididamente con su propagación en el resto del continente gracias a jugadores habilidosos, con una técnica exquisita.

También corresponde destacar otro aporte de “1832 Perú Pionero del Fútbol”, el cual trasciende al fútbol y evidencia la vena deportiva del país desde los albores de sus primeras culturas. Ítalo Sifuentes sintetiza el despliegue físico y mental de los pobladores de Caral (Supe), tres mil años antes de Cristo. También evoca el símbolo de una porra sobre el hombro de un poblador de Vicús (Piura), 200 años antes de Cristo, en una estatuilla de cobre.

De ahí pasa a la cultura Moche, siglo III y IV después de Cristo, y otras culturas preíncas “representando en diversas posiciones y momentos de la vida, en tiempos de paz y de guerra, algunos portando varios tipos de trofeos”. Además, registra un juego de pelota (kuchu) que los incas practicaban en tiempos de Mayta Cápac en el Coricancha (Cusco), la cual está documentada en una crónica fechada en los albores de la Colonia.

Es decir, los peruanos vibraban con la actividad física y recreativa, tanto en el plano civil como militar. Por eso asimilaron los juegos que vinieron de Europa en esa época, como la pelota vasca, por ejemplo.

Que esta rica historia motive otros hallazgos más. Que nuestros deportistas se inspiren en esas fuertes raíces del pasado y se motiven para seguir alcanzando más triunfos para la patria.