Meta, Amazon y Walmart aceleran eliminación de sus políticas de género e inclusión

A partir de la asunción de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025, grandes empresas tecnológicas y minoristas, como Meta, Amazon y Walmart, han comenzado a acelerar la eliminación de sus políticas de género e inclusión, lo que ha generado un intenso debate sobre el impacto de esta decisión en la diversidad corporativa y en los derechos laborales de sus empleados.

Las medidas que han implementado estas compañías van en línea con las políticas y directrices establecidas por la nueva administración de Trump, quien ha tomado decisiones ejecutivas orientadas a reducir las políticas de inclusión y diversidad en diversas áreas del gobierno y del sector privado. La aceleración en la eliminación de estas políticas dentro de las empresas más grandes de Estados Unidos ha sido interpretada como una reacción a la presión política por parte de la administración federal.

Meta, la empresa matriz de Facebook, Amazon y Walmart han sido algunas de las primeras en revisar y, en algunos casos, cancelar programas que promovían la diversidad de género, la inclusión de personas LGBTQ+ y otras iniciativas para aumentar la representación de minorías dentro de sus plantillas laborales.

En el caso de Meta, por ejemplo, la compañía había implementado varios programas para fomentar una cultura inclusiva, pero en los últimos días, ha retrocedido en varios de ellos, eliminando de sus políticas internas referencias explícitas sobre género y orientación sexual. Amazon y Walmart, por su parte, también han comenzado a revisar sus protocolos y a reducir los esfuerzos destinados a la inclusión de diversas identidades de género y minorías.

Esta modificación ha generado preocupación entre grupos de derechos humanos y activistas de la diversidad, quienes han criticado duramente la medida, argumentando que socava los avances logrados en términos de igualdad e inclusión laboral. Diversas organizaciones han expresado su descontento, asegurando que esta decisión no solo afecta a los empleados que se benefician de estas políticas, sino que también envía un mensaje negativo sobre la diversidad en el lugar de trabajo.

Por otro lado, los defensores de estas nuevas decisiones afirman que las empresas deberían centrarse en la eficiencia y productividad laboral sin que las políticas de inclusión se conviertan en un tema prioritario. Aseguran que estas modificaciones son una respuesta legítima a las necesidades del mercado y a las directrices del nuevo gobierno, que busca devolver la libertad de las empresas para operar sin restricciones relacionadas con cuestiones de diversidad.

Mientras tanto, las empresas afectadas continúan ajustando sus estrategias internas para alinearse con las políticas de la nueva administración, pero la controversia está lejos de calmarse. Se espera que la respuesta de los empleados y el público en general, así como la reacción de otros grandes actores corporativos, sea clave para determinar el rumbo de las políticas de inclusión y diversidad en las corporaciones estadounidenses bajo el mandato de Trump.