¡No es Romario, es Donny Neyra!

Tanto tiempo sin tener la responsabilidad, lejos del protagonismo, de la adrenalina que significa gritar un gol, hicieron que Donny Neyra derramara lo mejor de su fútbol y sellara una corta participación contra José Gálvez, mediante una anotación de antología que, por la fantasía con que se gestó, algunos hinchas lo confundieron con el inmortal Romario.

Neyra ingresó por Cristofer Soto pasada la media hora del encuentro que Alianza ganaba cómodamente por dos tantos a cero, pero ahí nomás llegó el gol del rival y su misión, además de atacar, fue trasladar mejor la pelota para asegurar un resultado positivo que avivara aún más el sueño copero.

Sin embargo, ganoso él por querer anotar, aprovechó que Curiel peleó una pelota en área rival, para tomarla y dejar sembrado a su oponente con una finta que solamente tienen los jugadores diferentes. El moño de semejante regalo para la vista, fue el ingreso de la pelota como pidiendo permiso. ¡Qué golazo!