¿Cómo le fue a Alianza Lima en las fases previas de la Copa Libertadores?

Alianza Lima se enfrenta a un nuevo desafío en la Fase 1 de la Copa Libertadores, donde espera dejar atrás un historial negativo en las fases previas. Su primer rival será el Nacional de Paraguay, un equipo que promete ser un duro competidor.

A lo largo de su historia en la competición, Alianza Lima ha enfrentado dificultades en las fases previas, sin haber logrado ganar un solo partido ni anotar goles. Este año, el equipo dirigido por su cuerpo técnico tiene la oportunidad de cambiar esa narrativa.

Desde su primera participación en 2011, el club ha tenido un camino complicado. Enfrentó a Jaguares de Chiapas, donde fue derrotado en ambas ocasiones. Cuatro años después, el encuentro contra Huracán dejó una huella profunda en la afición y en los jugadores, marcando un periodo de crisis en el club.

La primera experiencia de Alianza Lima en las fases previas de la Copa Libertadores se remonta a 2011, cuando se midió ante Jaguares de Chiapas. En el partido de ida, disputado en Matute, el equipo mexicano se impuso con un claro 0-2. La revancha no fue diferente, ya que el conjunto blanquiazul volvió a caer por el mismo marcador, quedando eliminado sin haber anotado un solo gol.

En 2015, Alianza Lima se encontró nuevamente en la fase previa, esta vez contra Huracán. La expectativa era alta, ya que el rival era un club recién ascendido a Primera División, pero que había logrado su clasificación al torneo tras ganar la Copa Argentina 2014. Sin embargo, el resultado fue devastador: el Globo se impuso por 4-0 en el partido de ida, lo que generó una crisis interna en el club.

La situación se tornó aún más tensa cuando algunos jugadores, como Christian Cueva y Miguel Araujo, agredieron a hinchas tras el partido, lo que llevó a la barra a manifestar su descontento en el estadio.

Diez años después de esos tropiezos, Alianza Lima se prepara para enfrentar a Nacional de Paraguay en un nuevo intento por romper su mala racha en la Libertadores. La afición blanquiazul mantiene la esperanza de que esta vez el equipo logre avanzar a la fase de grupos, un objetivo que se ha vuelto esquivo en las últimas ediciones.

Con un plantel renovado y un cuerpo técnico decidido, el conjunto victoriano se presenta con la ilusión de cambiar su historia en la competición continental.