0

Solmayra Vargas y el periodismo especializado en salud: una referencia para formar comunicadores

La comunicadora Solmayra Vargas se destaca en la información sobre salud, combinando ciencia y pedagogía para educar sobre el cuidado de la piel y la prevención del cáncer.

Con una metodología centrada en la escucha, adapta información técnica a contextos cotidianos, combinando datos y relatos personales.
Con una metodología centrada en la escucha, adapta información técnica a contextos cotidianos, combinando datos y relatos personales. | Foto: Difusión

La información en salud tiene un peso particular: puede aclarar dudas, salvar vidas o, si no se maneja con cuidado, generar confusión. En este contexto, el trabajo de Solmayra Vargas destaca por su claridad, su base en evidencia y su vocación educativa. Comunicadora formada en la Universidad Fermín Toro, con especializaciones en oncología cutánea y salud pública, ha dedicado su carrera a informar sobre el cuidado de la piel y la prevención del cáncer desde un enfoque que mezcla ciencia, pedagogía y cercanía.

Hablar con ella es escuchar frases como: "el periodista de salud no está para traducir boletines, sino para conectar la ciencia con la vida cotidiana". Esa convicción ha guiado su trabajo desde los primeros pasos profesionales, cuando empezó a involucrarse en proyectos de responsabilidad social vinculados a la salud comunitaria. Desde entonces, su objetivo ha sido claro: traducir información técnica en conocimientos útiles para personas de distintos niveles educativos y contextos socioculturales.

Su metodología parte de la escucha. Antes de escribir, conversa con pacientes, consulta a especialistas, revisa literatura científica y, sobre todo, presta atención al lenguaje con el que las personas hablan de su salud. “Si la información no aterriza en el contexto de la gente, no sirve para prevenir”, afirma. De allí que sus contenidos mezclen datos y relatos: porque las estadísticas pueden ser necesarias, pero las historias permiten comprender e identificarse.

Uno de sus proyectos más citados, “Protégete del sol, protege tu vida”, mostró que comunicar salud no requiere grandes presupuestos, sino estrategias bien pensadas. En esta campaña involucró a centros de salud, escuelas, docentes y promotores comunitarios. El mensaje fue claro, práctico y sin tono alarmista: protegerse del sol no es un lujo, es una medida básica de prevención. Con materiales sencillos y charlas adaptadas, logró aumentar la asistencia a jornadas de evaluación cutánea y la adopción de hábitos de fotoprotección.

También ha hecho de los entornos digitales una extensión natural de su trabajo. En sus redes y espacios virtuales no solo comparte contenidos, sino que responde preguntas, aclara dudas y genera conversación. "No se trata de viralizar, sino de acompañar", dice, explicando que la confianza se construye cuando el periodista está dispuesto a explicar una vez, y otra, hasta que el mensaje cale.

Parte de su trabajo se dirige también a la formación de nuevos comunicadores. En universidades, talleres y charlas, comparte su experiencia y anima a los estudiantes a elegir la salud como una fuente con sentido. “No quiero que hagan lo que yo hago; quiero que descubran su forma de comunicar salud desde su entorno”, suele decir. Les habla de verificar fuentes, de escribir sin perder el enfoque humano y de evitar el lenguaje que excluye. A través de ejercicios prácticos, propone transformar datos médicos en mensajes accesibles, siempre con ética y claridad.

No busca ser ejemplo, pero lo es. Su enfoque ha sido reconocido por el Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela y por instituciones educativas que hoy incorporan sus principios en planes de formación. No porque haya creado una "fórmula", sino porque ha mostrado que la comunicación puede cambiar conductas cuando se hace con intención, escucha y compromiso.

Para Solmayra, la clave está en observar, escuchar y pensar antes de escribir. Y si ese pensamiento está guiado por la pregunta "¿esto le sirve a alguien para cuidarse mejor?", entonces el camino es el correcto. "No se trata de sonar inteligente, sino de ser comprensible", repite a sus estudiantes. Y esa frase resume, en buena parte, el corazón de su práctica.

Su trabajo, sostenido y coherente, es hoy una referencia para quienes se forman en el periodismo con vocación social. En sus historias, el dato se convierte en herramienta, y el lenguaje se pone al servicio de la prevención. Ese estilo, discreto pero firme, demuestra que comunicar salud es una forma de acompañar. Y en un mundo donde la información abunda, pero el sentido a veces falta, esa forma de acompañar se vuelve esencial.

Sergio Mejía

Editor general de la web del Diario Líbero. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la USMP con especialización en Marketing Digital, Gestión de Redes Sociales y Redacción Digital.

Notas Recomendadas

Ofertas

Lo Más Reciente

Últimas noticias

Ocio

Estados Unidos

Fútbol Peruano