Pepsiman: la historia detrás de este singular héroe de PlayStation

Pepsiman es uno de los personajes más recordados por muchos peruanos que vivieron a finales de la década de los noventa e inicios de los 2000s. Lo curioso es que popularidad enn nuestro país no fue por alguna campaña publicitaria de la gaseosa que lo impulsaba, sino por el videojuego japonés que lo tenía como protagonista.

En realidad Pepsiman fue la mascota de Pepsi pensada para el público de Japón. Este personaje fue protagonista de una serie de comerciales en donde siempre iba al rescate de personas en apuros y solucionaba siempre el problema con una Pepsi aunque él mismo no acabe bien parado. Lo curioso es que estos comerciales se grababan en Estados Unidos con actores hablando en inglés, pero sus voces eran dobladas en japonés en un estudio solo para su emisión en Japón.

Pepsiman resultó ser un éxito entre el público japonés al punto de generar una fanaticada de tamaño considerable que coleccionaba cualquier mercadería asociada al personaje. Esto hizo que se lleve su apariencia a un popular juego de consolas... pero no en el que están pensado. La primera aparición de Pepsiman en un videojuego fue en Fighting Vipers (Sega Saturn, 1996), como un personaje secreto solo disponible en la versión japonesa del juego.

La fama de Pepsiman seguía en aumento y la marca ordenó un juego donde el plateado personaje sea el protagonista. Es así que le encargan a la compañía japonesa KID Corp. la misión de hacer un videojuego de la mascota de Pepsi con un bajo presupuesto. Si bien esta decisión suena cuestionable, en realidad se hizo para que el juego se venda a un precio cómodo, llegue a más gente y pagarle al actor que se veía en las secuencias live-action.

Es así que los desarrolladores pusieron manos a la obra desde finales de 1998 para un lanzamiento el día 4 de marzo del año 1999. Para ese momento KID Corp. había contratado como artista a un nombre que actualmente es bastante famoso dentro de los videojuegos: Kotaro Uchikoshi. Él fue el responsable del arte del juego antes de ponerse a escribir los guiones de las exitosas novelas visuales que harían popular a la desarrolladora.

El juego de Pepsiman se vendió a un precio equivalente a menos de la mitad de cualquier lanzamiento de la época. Lamentablemente la duración del juego no fue su mayor virtud ya que este consistía de solo 4 escenarios, unas cuentas escenas live-action y se acabó. Aparte de eso su severa dificultad contrastaba con lo cómico de las situaciones, haciendo que el título no sea tan amigable con los jugadores menos experimentados.

Durante su tiempo en Japón el juego no fue más que una anécdota, un intento de una corporación para apelar al pasatiempo de moda. Sin embargo en Perú el juego fue uno de los más jugados en los locales de alquiler de PlayStation. Nunca faltaba ese amigo que se sabía de memoria como aparecían los obstáculos y pasaba al primer intento esa parte donde todos se caían.

Actualmente se puede encontrar el juego en Amazon de Japón a 60 dólares. Sin embargo si este se halla intacto con su empaque de plástico entero y la cubierta del lomo en perfectas condiciones, el precio sube hasta los 160 dólares. Nada mal para un juego que fue ampliamente vapuleado por la crítica.