¿Cuál es el país sudamericano que comparte fronteras en tres continentes?

Si bien era común en el pasado con los grandes imperios, en los últimos siglos es casi imposible encontrar alguna nación con fronteras en varios continentes pero, aunque no lo creas, existe un país sudamericano que tiene gobernanzas en tres de estos. Estamos seguros que pocos conocían este dato curioso.

Y es que, aparte de tener territorio en Sudamérica, también cuenta en Oceanía y en, nada menos, que la Antártida ¿De quién se trata? nos referimos a Chile. el sureño país no es un imperio, tampoco un reino, pero sus posesiones trascienden a las cordilleras andinas.

En Oceanía, a 3.686 kilómetros de distancia de Santiago (y 5.7 horas de viaje en avión) se encuentra la isla de Pascua, un territorio volcánico ubicado en la Polinesia y cuyo nombre dado por los aborígenes fue Rapa Nui.

Esta isla remota es mundialmente conocida por sus restos arqueológicos, específicamente, por las 900 estatuas monumentales conocidas como “moais” creadas por la población originaria entre los siglos XIII y XVI.

La isla de Pascua es uno de los centros turísticos más importantes de Chile, que reclamó este territorio como propio en 1888.

Por su parte, en 1947, Chile comenzó a ejercer actos de soberanía con lo que se conoce como la Primera Expedición Antártica Chilena, además de instalar una Estación Meteorológica y Radiotelegráfica Soberanía (hoy conocida como Base Naval Capitán Arturo Prat).

El 4 de marzo de 1948, Argentina y Chile firman un acuerdo mutuo en el cual acuerdan proteger y defender jurídicamente sus derechos territoriales antárticos.

El 17 de junio de 1955, se aprueba la Ley Nº 11486 en la cual el territorio antártico queda bajo la dependencia de la provincia de Magallanes; mientras que en 1958, el presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, invitó a Chile a la Conferencia por el Año Geofísico Internacional para resolver su reclamación antártica.

Todo culminó favorable a Chile el 1 de diciembre de 1959 firmando el Tratado Antártico que establecía que la Antártida es Patrimonio de la Humanidad, dicho territorio tiene fines pacíficos, quedando prohibidas las instalaciones militares armadas, además de establecer bases con fines científicas, entre otros.