Más de 2,000 inmigrantes han sido detenidos en las primeras semanas del año lo que ha desatado críticas de organizaciones de derechos humanos por el enfoque del ICE.
Únete a nuestro canal de WhatsAppA partir de enero de 2025, las redadas migratorias ejecutadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han experimentado un notable incremento en varias ciudades de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump. Las áreas más afectadas por estas acciones incluyen importantes metrópolis como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Filadelfia, Phoenix, Denver, Miami, Atlanta y diversas regiones de Texas.
Los recientes operativos han llevado a la detención de cientos de personas en un solo día, generando un clima de alta tensión y temor en las comunidades inmigrantes.
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En las primeras semanas del año, se realizaron redadas en las que se detuvieron a más de 2,000 inmigrantes, muchos de los cuales no tenían antecedentes penales. A pesar de que el ICE asegura que su enfoque está en personas con delitos graves, la realidad ha sido muy diferente, ya que también se han capturado a individuos que simplemente carecen de estatus legal, pero sin haber cometido crímenes. Este enfoque ha sido criticado por las organizaciones de derechos humanos y activistas que defienden los derechos de los inmigrantes.
Uno de los efectos secundarios más significativos de estas redadas ha sido la desinformación que circula entre las comunidades inmigrantes. Rumores sobre la presencia del ICE en lugares como escuelas, hospitales y centros de trabajo han causado un gran pánico. En ciudades como Chicago, se difundieron noticias falsas sobre redadas en instituciones educativas, lo que generó un estado de alarma antes de ser desmentido por las autoridades.
Las autoridades locales de muchas de las ciudades más afectadas han expresado su rechazo a la colaboración con las operaciones del ICE. Sin embargo, también han señalado que, debido a la naturaleza federal de estas acciones, su capacidad para evitar que ocurran es limitada. Esto ha generado un ambiente de inseguridad, donde los inmigrantes temen salir de sus hogares o acceder a servicios básicos por miedo a ser detenidos.
La constante amenaza de redadas ha causado que muchas personas en la comunidad inmigrante eviten acudir a lugares públicos y esenciales como escuelas, hospitales o centros comunitarios. Este aislamiento ha afectado no solo a los inmigrantes indocumentados, sino también a sus familias, que temen ser separados por las autoridades migratorias. La incertidumbre es palpable en barrios enteros que dependen de una población migrante activa.
Finalmente, las redadas migratorias del ICE han dejado una huella profunda en las ciudades donde se han llevado a cabo. No solo por las miles de detenciones realizadas, sino también por el clima de miedo y desinformación que se ha generado, afectando gravemente la vida diaria de las comunidades inmigrantes. A medida que los operativos continúan, las autoridades locales en EE. UU. enfrentan el desafío de equilibrar la seguridad pública con los derechos de los inmigrantes que viven en sus ciudades.