El IRS examina declaraciones anualmente en busca de errores o señales de fraude en EE. UU. Comportamientos sospechosos pueden derivar en auditorías sin previo aviso.
El 15 de abril fue la fecha límite para declarar impuestos en Estados Unidos. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) comenzó a verificar en la información declarada por los contribuyentes. Si la institución detecta inconsistencias en tu declaración de impuestos, como errores en las declaraciones o supuestos fraudes fiscales podrías convertirte en el blanco de una auditoría. Conoce qué comportamientos despiertan sospechas y cómo actúa la autoridad fiscal.
Cada año, el IRS examina millones de declaraciones fiscales en busca de errores, omisiones o señales de fraude en Estados Unidos. Aunque no todas las auditorías implican malas intenciones, hay ciertos perfiles y acciones que disparan alertas automáticas en sus sistemas. Desde ingresos no reportados hasta deducciones exageradas, el organismo puede iniciar una investigación sin previo aviso.
El IRS presta especial atención a ciertos contribuyentes cuyos historiales o declaraciones muestran irregularidades. Algunos de los casos más comunes incluyen:
Cuando el IRS identifica una anomalía, el primer paso suele ser una notificación oficial enviada por correo. En ella, se detalla qué parte de la declaración está bajo revisión y qué documentación debe presentarse. En algunos casos, la auditoría se resuelve con simples aclaraciones; en otros, puede requerir una investigación más profunda que incluya entrevistas o revisión de cuentas bancarias.
Si el IRS determina que hubo omisiones graves o intención de fraude, puede imponer multas significativas, intereses acumulados e incluso sanciones penales. Las consecuencias dependen de la magnitud del error y de la cooperación del contribuyente durante el proceso. Por eso, es fundamental declarar con precisión y conservar toda la documentación de respaldo.