Las políticas contra los inmigrantes podrían afectar a las empresas del sector construcción y poner en riesgo su permanencia en Estados Unidos.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, se ha propuesto como meta capturar y deportar a 3,000 inmigrantes diarios. Ante esta medida, las gobernaciones de Florida y Luisiana, al respaldar los dictámenes estatales, amenazan a la industria de la construcción. Como respuesta, muchos inmigrantes que trabajan como albañiles han preferido ausentarse de sus lugares de trabajo como medida de protección y para evitar la deportación.
El temor de los inmigrantes ante las redadas aumentó tras la detención de 100 personas provenientes de México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras. El operativo ocurrió en una obra de construcción en Tallahassee, capital de Florida. Semanas después, se repitió la misma estrategia en The Villages, donde los oficiales capturaron a más de 20 personas.
Aarón Pinedo, trabajador de la construcción hondureño con Estatus de Protección Temporal (TPS), criticó los operativos que han ocurrido en Luisiana: "Nosotros, los latinos, somos quienes sacamos este país adelante. Si no fuera por los latinos, aquí no se movería nada. Nosotros somos la fuerza que impulsa a este país, así como se está viendo. Y hoy en día uno se siente temeroso por todo lo que está pasando, algo que no se había visto antes".
Según Ned Murray, director asociado del Centro Metropolitano de la Universidad Internacional de Florida (FIU), tres de cada cuatro trabajadores del sector construcción son inmigrantes. En todo el estado, hay más de 430,000 migrantes. Murray afirmó: "Está bien documentado que la construcción es, tal vez, la industria que más se vería afectada por las deportaciones o cualquier disrupción, francamente, de este importante mercado laboral, que depende de los inmigrantes".
De acuerdo con una investigación de Jorge Gonzáles-Hermoso, Christina Plerhoples Stacy y Hamutal Bernstein, el país podría perder hasta 1.8 millones de trabajadores de la construcción. Para 2025, se necesitaría contratar a 454,000 nuevos empleados para cubrir la creciente demanda de vivienda.
Por ello, la Coalición Inmigrante de Florida (FLIC) denunció que existe un ambiente de persecución y temor, mientras las empresas inmobiliarias admiten la falta de mano de obra. Un analista de la coalición señaló: "Si espantamos a la gente que está dispuesta a hacer este trabajo bajo el sol de Florida y que tiene la habilidad para desempeñarse en la construcción, no sé cómo vamos a poder seguir abarcando este tipo de proyectos, que son tan necesarios".
Contrario a ello, el gobernador Ron DeSantis y el fiscal estatal James Uthmeier elogiaron y reafirmaron su compromiso con las políticas impuestas por Donald Trump. "En Florida, estamos liderando el trabajo para ayudar a la Administración Trump a implementar la ley inmigratoria federal", señaló el funcionario.