Tras el despliegue militar impulsado por Donald Trump, un juez ordena que se le devuelva el control de la guardia nacional a California.
Un juez federal ha suspendido la intervención militar en Los Ángeles, ordenando al presidente Donald Trump devolver el control de la Guardia Nacional de California al gobernador Gavin Newsom. Esto tras calificar como ilegal la decisión de desplegar tropas en Los Ángeles sin el consentimiento del estado.
La medida fue suspendida hasta el medio día del viernes 13 de junio, mientras que la Casa Blanca lanza una apelación que podría escalar hasta la Corte Suprema. ¿Qué más se sabe al respecto de esta situación? ¿Qué comentarios realizó el mandatario republicano para defender sus estrategias? Más detalles en esta nota.
Como se expuso en líneas anteriores, la decisión judicial se basó en que Trump no tenía base legal para intervenir militarmente en el estado. Según el juez Charles Breyer, no hubo evidencia de una "rebelión" ni de una amenaza nacional por parte de los inmigrantes que justificara federalizar la Guardia Nacional.
Cabe mencionar que aunque hubo incidentes aislados de violencia, las protestas fueron en su mayoría pacíficas y concentradas en pocas zonas de la ciudad, sin intento alguno de derrocar al gobierno. Breyer advirtió este tipo de intervenciones bajo el pretexto de "mantener el orden" podría poner en riesgo derechos constitucionales básicos protegidos por la Primera Enmienda, como la libertad de las protestas políticas. "No se puede considerar una protesta como rebelión solo porque sea incómoda para el gobierno federal", señaló.
Según AFP, Donald Trump justificó el envío de tropas alegando que Los Ángeles estaba "fuera de control" debido a las protestas masivas por las redadas migratorias ordenadas por su gobierno. El presidente afirmó que el caos en las calles requería una respuesta militar inmediata. Incluso llegó a desplegar 700 marines activos en la ciudad.
No obstante, autoridades locales, como el gobernador Newsom, rechazaron las estrategias del presidente, explicando que las manifestaciones estaban bajo control y que el uso de la fuerza militar era innecesario y desproporcionado. Por su parte, los críticos argumentan que Trump exageró los hechos para justificar esta acción.