Trump intenta revertir la "regla sin caminos", creada al final del mandato de Clinton para proteger bosques nacionales, lo que genera alarma entre ambientalistas.
La administración del presidente Donald Trump propuso eliminar una norma de 2001 que prohibía la tala en bosques nacionales, lo que generó un intenso debate sobre la gestión de los recursos naturales en Estados Unidos.
Durante la reunión anual de la Asociación de Gobernadores del Oeste, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, anunció el inicio de un proceso para revisar la llamada "regla sin caminos" (Roadless Rule), una política en vigor desde hace casi 25 años. Según Rollins, esta norma limita el aprovechamiento sostenible de la madera y aumenta el riesgo de incendios forestales.
La "regla sin caminos" ya venía enfrentando críticas, especialmente de legisladores republicanos en regiones afectadas por el declive de la industria maderera. Si se aprueba, el cambio podría impactar la gestión de unos 59 millones de acres de bosques nacionales.
La "regla sin caminos", implementada en los últimos días de la presidencia de Bill Clinton, fue fundamental para la conservación de los bosques nacionales. Esta norma impidió la construcción de carreteras en áreas forestales, lo que, según los críticos, limitó la capacidad de la industria maderera para operar de manera sostenible.
Rollins argumenta que la revocación de esta norma permitirá una gestión más efectiva de los bosques, reduciendo el riesgo de incendios forestales devastadores.
Los científicos han señalado que el aumento de los incendios forestales en Estados Unidos se debe a una combinación de factores, incluyendo el cambio climático y la acumulación de combustibles en los bosques. La menor tala de árboles, junto con décadas de supresión de incendios, ha contribuido a esta problemática.
La decisión de la administración Trump de revocar la norma ha generado reacciones mixtas, con algunos legisladores apoyando la medida como un paso hacia la sostenibilidad, mientras que otros la ven como una amenaza a la conservación ambiental.
El anuncio de Rollins es solo el primer paso en un proceso que culminará con una notificación formal en las próximas semanas. El Departamento de Agricultura ha indicado que no todas las tierras forestales nacionales se verán afectadas por esta revocación, ya que las normas en estados como Idaho y Colorado reemplazarán los límites establecidos por la norma de 2001.
La revocación de la "regla sin caminos" se produce en un contexto político tenso, donde las conversaciones sobre la venta de tierras federales han resurgido. Esta propuesta ha sido criticada por los demócratas, quienes la consideran una apropiación de tierras públicas. La administración Trump, sin embargo, sostiene que la medida es necesaria para mejorar la asequibilidad de la vivienda y fomentar el desarrollo económico en áreas rurales.