Es el primer juicio significativo contra Trump 2.0, tras su intento de deportar a académicos con posturas pro palestinas de Estados Unidos.
La administración estadounidense, liderada por Donald Trump, ha intentado deportar a diversos estudiantes y activistas con posturas pro palestinas. Sin embargo, jueces federales rechazaron tajantemente la medida, argumentando que resultaba inconstitucional. Ahora, el mandatario y su política de deportación enfrentan un juicio impulsado por grupos académicos que presentaron una demanda en Boston.
Luego de que el secretario de Estado, Marco Rubio, declarara que la presencia de Mahmoud Khalil, Mohsen Mahdawi, Yunseo Chung, Rumeysa Ozturk y Badar Khan Suri (cinco académicos nacidos en el extranjero) perjudicaba los intereses de la política exterior estadounidense, los magistrados respondieron con firmeza. Consideraron que la deportación representaría un flagrante ataque contra la libertad de expresión. Finalmente, todos los académicos fueron liberados de la detención migratoria y puestos bajo resguardo por orden de los tribunales.
Bajo este contexto, toda la política que respalda los intentos de deportación será llevada a juicio, luego de que grupos académicos presentaran una demanda para anular la iniciativa. El caso será tratado en un tribunal de Boston, donde el juez federal distrital William Young encabezará la audiencia este lunes 7 de julio de 2025.
Este caso representará la primera audiencia de gran relevancia contra Trump 2.0, desafiando directamente las políticas del presidente ante un jurado que ya ha expresado su inquietud por las tácticas empleadas contra miles de inmigrantes. Además, el tribunal ha criticado los intentos de la administración por recortar fondos de subvención basándose en criterios de raza y género.
La reciente serie de detenciones contra académicos en favor de Palestina, quienes estudian y residen legalmente en Estados Unidos, forma parte de la ofensiva impulsada por el gobierno federal. A comienzos de año, Marco Rubio recurrió a una cláusula poco habitual de la legislación migratoria con el objetivo de expulsar a estos estudiantes, alegando que su permanencia iba en contra de los intereses de la política exterior estadounidense.
Se trata de un jurista de 84 años, ratificado por el tribunal federal hace cuatro décadas, quien ha reservado dos semanas para este juicio. Este tipo de demandas civiles contra políticas gubernamentales no son habituales, ya que suelen resolverse únicamente con la revisión de documentos presentados por ambas partes. Sin embargo, el juez William Young es conocido por favorecer los testimonios presenciales y la interacción directa entre las defensas. No habrá jurado, y se espera que el magistrado escuche a más de 20 testigos antes de determinar si estas deportaciones selectivas violan la Primera Enmienda.