El presidente de EE.UU. decidió eliminar los edulcorantes de maíz de varios productos y alimentos, incluida la Coca-Cola. Los agricultores ya respondieron.
El mandatario estadounidense busca seguir implementando sus políticas en diversos sectores para reformar el país. Muchas de ellas son respaldadas por funcionarios y directivos de diferentes gremios; otras están siendo rechazadas. Una de estas es la orden de eliminar el jarabe de maíz que se usan en diferentes alimentos y bebidas de Estados Unidos. Agricultores de Iowa han salido a rechazar este dictamen.
"Todo nuestro edulcorante de maíz proviene de granjas estadounidenses, criado por agricultores estadounidenses y procesado en plantas estadounidenses", fue la respuesta de Mark Mueller, un agricultor de maíz y soja de la localidad de Waverly, Iowa. Señaló que esta decisión del presidente de Estados Unidos de eliminar el jarabe de maíz de alta fructosa se considera una traición a la promesa que hizo sobre "Estados Unidos Primero".
Un análisis realizado por la organización comercial Corn Refiners Association advierte que eliminar este insumo con alto índice de fructosa de las cadenas de suministro de alimentos y bebidas reduciría el precio del maíz hasta en 34 centavos por bushel y generaría pérdidas de 5.1 mil millones de dólares en ingresos agrícolas.
Mediante un comunicado, señalaron: "Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña no tiene sentido". Además, alertaron sobre la posible pérdida de empleos: "El presidente Trump defiende el empleo manufacturero estadounidense, a los agricultores estadounidenses y la reducción del déficit comercial. Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de empleos en la industria alimentaria estadounidense, reduciría los ingresos agrícolas y aumentaría las importaciones de azúcar extranjera, todo ello sin ningún beneficio nutricional".
Mueller se cuestiona sobre la mentalidad de "Hágalo en Estados Unidos" y agrega que una posible disminución mínima en los precios del maíz, de cinco o diez centavos por bushel, desencadenaría la devastación de las pequeñas explotaciones del sector agrícola del país. Julie Stauch, demócrata de Iowa, comentó: "La gente aquí está definitivamente muy enojada por diversas acciones de los republicanos".
Otros sectores se verían afectados por las políticas de Donald Trump. Un estudio de la Kaiser Family Foundation demostró que los hospitales rurales de Iowa también se verían perjudicados al perder 4.45 mil millones de dólares en fondos de Medicaid. Los hospitales rurales representan el 68 % de los centros médicos comunitarios del estado.